Una buena estrategia para ayudar a nuestros hijos a superar el miedo a la oscuridad es practicar juegos que requieran jugar a oscuras. Juegos que practicaremos a diario de 10 a 20 minutos y de dificultad creciente. Tras el juego elogiaremos y premiaremos al niño cada vez que colabore con nosotros.
Juegos en la oscuridad.
1. La gallinita ciega.
Con la luz encendida, papá o mamá se vendará los ojos y buscará al niño a ver si lo encuentra.
En el siguiente turno le toca al niño buscar al adulto. Al principio dejamos que nos encuentre enseguida pero poco a poco se lo iremos poniendo más difícil.
2.La bella durmiente.
Este es un juego muy interesante también para iniciar al niño a estar tranquilo en la oscuridad.
Se trata de que esté en su habitación con la luz encendida, los padres estaremos en una habitación contigua o en el pasillo. Avisamos al niño con un “ya voy”. En este momento el niño simula meterse en la cama y acostarse para dormir, para lo cual debe cerrar la luz. En ese momento entramos en la habitación a oscuras y le damos un beso. El niño ha de fingir despertarse y encender la luz. Le felicitamos y elogiamos. Poco a poco y gradualmente iremos aumentando el tiempo de estancia en la habitación a oscuras.
3. Sorpresas en la oscuridad.
Sorprendente juego en el que el niño debe enfrentarse a la oscuridad para poder obtener un premio o una sorpresa.
Los padres colocaremos encima de la cama de nuestro hijo un regalito envuelto en papel llamativo. Informaremos al niño que tiene una sorpresa en su habitación, que se encontrará a oscuras, le diremos que vaya a buscarla y que la coja sin encender la luz. Podrá abrirla fuera, en el comedor o sala de estar. Repetiremos el juego varias veces, siempre de la misma forma pero cambiando el lugar, que cada vez será menos accesible (“dentro de la cómoda, en el segundo cajón). Lasinstrucciones y la dificultad dependerán de la edad de nuestro hijo.
4. Animales.
Emocionante juego en el que el niño permanece también a oscuras tumbado en su cama.Nosotros, los padres, desde fuera de la habitación imitaremos sonidos de diferentes animales que nuestro hijo deberá adivinar. Empezaremos por sonidos fáciles como el del perro o el gato, e iremos aumentando la dificultad como los sonidos del mono o el asno.
Evitaremos, eso sí, animales atemorizantes como el lobo o el león. E iremos aumentando el tiempo entre sonido y sonido, así el niño será capaz de permanecer más tiempo a oscuras. Como en los anteriores casos elogiamos los aciertos del niño.
5. La búsqueda del tesoro.
Se trata de un juego parecido al de las sorpresas pero en este caso el niño no sabe dónde está el premio, debe buscarlo por toda la casa.
Iremos ocultando los premios en sitios más recónditos y las sorpresas han de ser cada vez más atractivas para conseguir que el niño se interese verdaderamente en el juego y participe a pesar del miedo que pueda sentir.