5 lugares de Castilla y León injustamente desconocidos (I)

Por suerte, he viajado mucho por mi comunidad gracias, en gran parte, a mis padres. Por eso me he dado cuenta que en Castilla y León hay lugares increíbles que incluso no conocemos ni los castellanos ni los leoneses y mucho menos fuera de nuestras fronteras. Me da rabia cuando algún madrileño me ha dicho que León es el sitio de parada para ir a Asturias o Burgos para llegar a Cantabria. O cuando muchos Alemanes solo saben de la existencia de Andalucía, Barcelona, Madrid y, como no, Mallorca (el 17º Bundesland según ellos). No digo que estos lugares no sean bonitos ni que no tengan riqueza cultural, pero, por suerte, España es muy grande y diversa. Y mucha de esa diversidad se encuentra en Castilla y León.
Castilla y León es la comunidad autónoma más grande de España, así que tiene muchos rincones por descubrir. Reyes leoneses y castellanos dejaron aquí muchas muestras de su poder, al igual que los romanos. Todo eso junto con las maravillas que la naturaleza crea, Castilla y León es una comunidad con muchos rincones por descubrir. Lugares como Lerma, Covarrubias y Santo Domingo de Silos o León (por nombrar tres lugares de los que he escrito), merecen una visita. Pero hoy os quiero hablar de algún sitio menos conocido pero que no puedes pasar por alto. 

Clunia (Burgos)

Esta ciudad romana de Clunia está en Peñalba de Castro, no muy lejos de Aranda de Duero y sus ruinas romanas son las más importantes del norte de España. En Clunia puedes visitar los restos de su teatro, foro, termas, mosaicos muy buen conservados y un largo etcétera.

Peñaranda de Duero

La combinación de Clunia junto con Peñaranda de Duero (otro pueblo no muy lejos) es, lo que se llama ahora, un win win. El pueblo castellano está vigilado por un castillo en lo alto de una colina.

Teatro, mosaicos y foro romano de Clunia

Cueva de Llamazares (León)

La cueva de Llamazares queda eclipsada por las cuevas de Valporquero. Estas cuevas ni son tan grandes ni su acceso es tan fácil. Pero merecen una visita.

Interior de la cueva de Llamazares

Otra desventaja que tiene es que solo abren de junio a septiembre. No reciben muchas subvenciones así que son los propios habitantes del pueblo los que se encargan de gestionar las visitas guiadas. Por eso es mejor llamar antes de ir, para que te estén esperando.Después de la visita de menos de una hora, el entorno es ideal para hacer alguna ruta de senderismo

La Olmeda (Palencia)

Vuelvo a reivindicar la historia romana en Castilla y León con la Villa Romana de la Olmeda, única en el mundo. He ido en muchas ocasiones a este lugar desde que soy pequeña, ya que mi madre en muy fan del lugar y con cada nuevo descubrimiento que abrían al público, solíamos volver. Por eso, para mí, me es inconcebible que no se conozca este lugar.

Mosaico de la villa de la Olmeda

Los mosaicos están perfectamente conservados y se dice que puede que tengan los únicos retratos en mosaico conservados del mundo. ¡Ahí es nada!

El valle del Silencio (El Bierzo, León)

En el valle del silencio lo que vas encontrar es eso, silencio. Cuando llegué a Peñalba de Santiago, al final de una serpenteante carretera, y me bajé bajé del coche, supe por qué se llamaba así a este lugar del Bierzo. Sólo el ruido del viento, de los pájaros o del río están permitidos aquí.

Valle del Silencio desde Peñalba de Castro

Peñalba tiene una iglesia mozárabe excepcional. Desde Peñalba se puede ir andando entre árboles y riachuelos hasta la cueva de San Genadio, a la que prometí volver. El Valle del Silencio es un lugar mágico.

Arroyo de camino a la cueva de san Genadio

Tierra de Campos (Palencia, Valladolid, Zamora y León)

Vastas llanuras llenas de campos sin apenas sombra o colinas es lo que caracteriza a Tierra de Campos. Parte del Camino de Santiago pasa por aquí y, para muchos, es una de las partes más duras, para otros de las más enriquecedoras.

Palomar típico de Tierra de Campos

Los límites de esta región natural son imprecisos. Hay pueblos que son más conocidos como Sahagún, Medina de Rioseco o Frómista. Pero puede que el mayor encanto de esta zona sea el recorrer sus pequeños pueblos casi deshabitados, salpicados con los típicos palomares de la región y castillos, muchos en ruinas.

Torreón de lo que antes fue un castillo