Roma es uno de los destinos turísticos por excelencia dentro del continente europeo. Esta legendaria ciudad, capital de Italia, y, lugar desde el que el Imperio Romano realizó su conquista, cuenta con uno de los itinerarios más reconocidos del mundo. Si bien la visita a Roma tiene una serie de lugares imposibles de perderse, que hemos repasado en otros artículos como los 10 lugares imprescindibles que ver en Roma, existen muchísimos lugares más que visitar en Roma durante las vacaciones. Dejando de lado el coliseo romano, la fontana de Trevi, el panteón de Agripa, la plaza de España, la plaza Navona o el barrio del Trastevere, Roma cuenta con otros lugares sin tanta afluencia de público, pero, con un gran interés histórico, cultural, arquitectónico y artístico.
A continuación, mencionaremos nuestro top 5 de lugares «desconocidos» que ver en Roma. Cabe mencionar que, para muchos, estos monumentos no serán tan desconocidos, al ser lugares que, si no fuese porque es Roma, serían el principal recurso turístico de cualquier ciudad o pueblo. Por tanto, a pesar de que puedas conocer muchos de ellos, debes saber que son complementos perfectos para una visita a Roma de 3, 4 o más de 5 días en esta bella ciudad italiana.
Iglesia del Gesú
La iglesia del Gesù, conocida en italiano como la Chiesa del Sacro Nome di Gesù, es una pequeña iglesia de la Compañía de Jesús, construida en la ciudad de Roma entre los años 1568 y 1584. Esta iglesia, de estilo barroco, y, con una impresionante fachada blanca con una rica ornamentación, es uno de los templos más importantes del mundo para los jesuitas. En el exterior, como hemos mencionado, destacada la fabulosa fachada, obra de Giacomo della Porta, uno de los arquitectos y escultores italianos más prominentes de la época. Entre sus obras se encuentra la cúpula de la Basílica de San Pedro en el Vaticano, la iglesia de Trinità dei Monti, la fuente de las tortugas en la plaza Mattei, o, una de las características fuentes de la plaza Navona.
En el interior de la construcción se puede observar un magnífico techo, obra del artista Giovanni Battista Gaulli, que representa el triunfo del nombre de Jesús. Este fresco, unido al resto de obras pictóricas de la iglesia, muestran imágenes en tres dimensiones que permiten a los visitantes deleitarse con su indescriptible acabado. Asimismo, también debe hacerse mención al gran domo central de la estructura, las estatuas del Triunfo de la Fe, y, de la Religión flagelando a la Herejía,
Bocca della Verità
La Bocca della Verità, conocida como la Boca de la verdad, es una llamativa máscara de mármol que se encuentra algo apartada del recorrido turístico de la ciudad de Roma, siendo una de las piezas más interesantes que ver en la ciudad. Esta escultura, de forma redonda y con casi 2 metros de diámetro, se puede visitar en las inmediaciones de la iglesia de Santa Maria in Cosmedin. El interior de la escultura muestra un rostro masculino con barba y rodeado de pelo, que tiene los ojos, los agujeros de la nariz y la boca perforados, consiguiendo una expresión que mezcla la sorpresa con el misterio.
El monumento cuenta con una leyenda muy popular entre los habitantes de Roma, así como de los turistas que visitan la escultura. La historia dice que, si introduces la mano dentro de la boca de la verdad y mientes, esta se cerrará de golpe, haciendo que la pierdas. Por ello, es muy habitual sacarse una foto con la mano introducida dentro de la boca de esta llamativa escultura.
Museos Capitolinos
La belleza e historia de Roma puede apreciarse simplemente paseando por sus calles, por lo que, muchos turistas descartan la opción de visitar los museos de la capital italiana. Si bien es cierto que los Museos Vaticanos son un bien imprescindible dentro de cualquier visita a Roma, los Museos Capitolinos son obviados por multitud de visitantes, a pesar de que, como veremos, guardan una enorme colección de obras.
Los museos capitolinos contienen, como no puede ser de otra manera, una de las muestras más importantes de obras romanas que se conservan en la actualidad. Entre las obras más importantes está la Loba Capitolina, o, bronce de la Luperca, el símbolo de la ciudad de Roma con Rómulo y Remo siendo amamantados por este animal. Asimismo, también puede observarse una impresionante estatua ecuestre de Marco Aurelio completamente hecha de bronce, la singular «copia» del Gálata moribundo, una antigua réplica en mármol de una estatua griega desaparecida que debió ser de bronce, o, las destacadas pinturas de la Pinacoteca, siendo muy llamativas las famosas obras de Caravaggio.
Catacumbas de San Calisto
La red de catacumbas de Roma es una de las más antiguas y grandes de la cristiandad, con más de 50 catacumbas diferentes distribuidas en la capital italiana y sus inmediaciones. Esta laberíntica red de túneles subterráneos, que podrían llegar a tener hasta un millón de tumbas, forman un enorme entramado de senderos bajo tierra, algunos siendo visitables con distintas visitas turísticas.
En este caso, las Catacumbas de San Calisto de Roma es uno de los cementerios antiguos más importantes de la ciudad, con distintos recorridos que permiten conocer la historia religiosa de la antigüedad. Dentro de los recorridos destaca la cripta de los Papas, un lugar sagrado en el que están enterrados 9 papas y varios dignatarios de la iglesia, la cripta de Santa Cecilia, patrona de la música, que posee una estatua yacente de gran realismo, o, los cubículos de los Sacramentos, una zona con unos detallados frescos que representan de manera simbólica los sacramentos de la fe cristiana.
Santa Maria della Concezione dei Cappuccini
La Iglesia de Nuestra Señora de la Concepción de los capuchinos, conocida como la Chiesa di Santa Maria della Concezione dei Cappuccini, es un peculiar templo de una sola nave, que, destaca por su singular cripta, siendo uno de los lugares más tétricos que ver en Roma. Si antes hemos hablado de las catacumbas de San Calisto, lugar en el que ver una enorme red de tumbas subterráneas, en la iglesia de los capuchinos de Roma veremos una gran colección de calaveras humanas.
La cripta de la iglesia se encuentra debajo del templo, y, posee un gran osario con restos de miles de monjes capuchinos. A lo largo de las paredes de las diferentes capillas se pueden observar las calaveras y demás huesos de los monjes de esta orden religiosa. Este templo es uno de los lugares más curiosos de Roma, no apto para todos los públicos, que se sale del circuito clásico de cualquier visita a Roma.
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