Ir a una sauna ya no es sólo una cuestión de relax después de una jornada laboral, también sirve para “hacer unos minutillos de ejercicio al día”.
Ahora sabemos que estar unos minutos expuestos a altas temperaturas nos aportan tantos beneficios como hacer un paseo a paso ligero. Pero cuidado, no todo vale. Achicharrarse al sol o exponerse al sol en pleno golpe de calor no sirve y no se debe hacer en ningún caso (calor no es lo mismo que sol). En estos casos es perjudicial e incluso peligroso. Y si pensáis que vais a quedaros como figurines pasando las horas en la sauna también iros quitando esa idea de la cabeza. Las cosas en su justa medida, bien hechas, si no dejan de ser saludables para ser perjudiciales. ¿Por qué digo eso? Por que la sauna debe hacerse a una cierta temperatura y un tiempo predeterminado. Ni más ni menos.
Lee este artículo: Riesgo para la salud por la ola de calor. ¿Qué debemos hacer?
Bueno, pues esta vez, y basándonos en un estudio realizado por un grupo internacional de investigadores de las universidades de Bristol, Jyväskylä y Finlandia oriental, se ha llegado a la conclusión que la sauna puede dar los mismos beneficios que un paseo a paso ligero. Veamos cómo qué nos aporta y cómo se debe hacer.
Ya os hablé del tiempo que debemos estar enl¡ la sauna en el artículo Corazón: ir a la sauna te ayudará a cuidarlo , y de los beneficios que nos aporta al corazón.
¿Qué tiene de bueno la sauna?
Este estudio dice específicamente que ir a la sauna ayuda a reducir el riesgo de enfermedad cardíaca, enfermedad pulmonar o incluso la mortalidad prematura (esto va relacionado con la reducción de enfermedades como las que ya he mencionado, no os creáis que es la pócima de la vida eterna).
¿Y cómo lo consigue? Gracias a la acción que ejerce sobre la respiración, los latidos del corazón y porque ayuda a combatir la rigidez de los vasos sanguíneos.
Según los investigadores esta práctica probaría ser una panacea, incluso en casos de acné, artritis, dolores de cabeza, gripe, estrés oxidativo y trastornos mentales (también gracias al aumento en la producción de endorfinas).
¿Cómo se debe hacer?
Los investigadores llegaron a estas conclusiones tras haber analizado 70 estudios previos llevados a cabo en saunas finlandesas (se hicieron en Finlandia pero se supone que todas las saunas son iguales si se siguen unos baremos en concreto). Estas saunas normalmente se caracterizan por una exposición de hasta 20 minutos a temperaturas entre 80 y 100 grados centígrados. Como dice el Dr. Jari Laukkanen, autor principal del estudio (publicado en Mayo Clinic Proceedings):
“Asistir a la sauna es una actividad generalmente practicada para el placer, el bienestar y la relajación, pero está vinculada a una lista considerable de beneficios para la salud. Es una actividad segura y puede ser practicada por personas con una imagen cardiovascular estable, siempre que se utilicen durante un período de tiempo apropiado. La sauna puede ser un remedio en respuesta a la necesidad de intervenciones de estilo de vida para mejorar la salud y el bienestar.”
Aquí tenéis los beneficios que nos aporta la sauna para la salud:
La sauna: ¿Qué beneficios aporta a la salud?
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