A la mierda la sociedad y todos los que pretenden que seamos algo que no queremos ser, y que no nos da la real gana de ser.
Lo primero que pudisteis leer aquí fue una oda al verano, un adiós a la persona que eres.
Hoy me retracto de mis palabras y os animo a ser vosotros mismos, en las buenas y en las malas, en la salud y en la enfermedad y hasta cuando algún mago de mala muerte decida cortaros por la mitad.
1) Sé tú mismo porque nadie lo va a ser por ti. Crea tu propia esencia, tu lugar en el mundo, tu huella en otros. Difunde tu marca personal, pasa inadvertido si te da la gana, pero que te recuerden por ser tú mismo, no la imitación barata de un channel descosido. Básicamente, nadie quiere una copia pudiendo tener el original.
2) Quien se enamore de ti merece saber la verdad. Merece saber que tienes la manía de dejar la ropa doblada y que siempre te dejas las luces encendidas. Merece ver tu cara detrás de tanto maquillaje y merece saber que enamorándose de ti se arriesga a ganarte.
3) Ser uno mismo no significa renunciar al reggeton y empezar a escuchar cantautores de guitarra y sombrero borsalino. Ser uno mismo implica escuchar lo que más te guste, sea Mozart, Pitbull, Nirvana o Carmen Boza.
Lo mismo pasa con el cine. Ser uno mismo no es evitar las películas americanas a toda costa porque pecan de comerciales. Ser uno mismo es ver lo que te apetezca, la hayan visto un millón de personas o dos mil.
5) Ser uno mismo es defender tus creencias, tus vivencias y tus opiniones pero aceptar que puedes estar equivocado. Sé tú mismo para que nadie te pueda decir lo contrario, para poder defender tus convicciones y para poder reconocer cuando cometes un error.
Sé tú mismo para que tus aciertos sean tuyos y de nadie más. Sé tú mismo para que la victoria lleve tu nombre.