1. La conexión Winston – Evans
Siendo sinceros, vimos un par de equipos muy malos en el campo, lo que dio como resultado un mal partido. No obstante, la conexión entre los jóvenes James Winston y Mike Evans es digna de llamar la atención.
Sin importar la cantidad de balones soltados que ha tenido el receptor, el QB sigue buscándolo de forma constante, lo que habla de la confianza que le tiene.
Este es el tipo de combinaciones de jugadores jóvenes que en cuestión de un par de años serán de lo más productivo que tenga la liga.
2. ¿Para qué quieres los turnovers?
Mucho se habló de la falta de turnovers por parte de la defensiva de los Cowboys durante las últimas semanas. En días pasados incluso mencioné que para que pudieran capturar esta victoria, tenían que asegurar por lo menos dos intercambios de balón, ya que de no lograr ninguna eso hablaría de lo peor de la defensiva, ya que si por algo negativo es conocido Winston es por su poca seguridad con el balón.
Así fue, consiguieron dos intercepciones a manos de Jeff Heath y todo para que la ofensiva no pudiera genera absolutamente nada.
Se supone que además de impedir la anotación del rival, el ataque debe sacar provecho de una posesión extra, sin embargo sólo 6 puntos en el marcador en todo el partido, ilustran perfectamente la inoperancia del ataque.
3. El mal Darren McFadden
Este hombre había podido cargar el peso del ataque terrestre las últimas dos semanas, sin embargo en al enfrentar a la defensiva de Tampa Bay lució lento y poco explosivo.
En 17 acarreos solo promedió 1.9 yardas y las aportaciones de Christine Michael fueron pocas y suficientemente malas como para no darle toda la carga a él.
Al parecer esta versión mostrada por el #20 es la que esperaban los que desaprobaron el movimiento de contratarlo en la Agencia Libre, algo propio de un corredor cercano a los 30 años que no ha podido vivir a la altura de las expectativas.
4. Dez Bryant merece todas las críticas que recibió
En la semana hubo un escándalo alrededor de Dez Bryant que tuvo origen por una pieza escrita por un reportero de ESPN Dallas en la que se mostraba crítico del nivel de juego del receptor estrella. Como es su costumbre, el #88 se mostró animoso e hizo mucho alarde de la situación.
Normalmente no tengo problema con ese tipo de actitudes, siempre y cuando el jugador mantenga un excelente nivel de juego que justifiqué su existencia y su conducta.
En este encuentro Bryant tuvo 5 recepciones para 45 yardas, pero más que lo que hizo, se trata de lo que dejó de hacer. Primero un pase en ruta intermedia al centro del campo que le pegó en las manos y lo de ó caer y posteriormente, al final del encuentro cuando su equipo buscaba sellar la victoria en tercera oportunidad y 1 yarda por avanzar, enfrentando una cobertura personal, el QB Matt Cassel le lanzó un back-shoulder fade, que para él es de rutina, y una vez más, el balón le pegó en las manos y no pudo atraparlo.
5. El desarrollo de Byron Jones.
Uno de los signos más positivos del equipo de los Cowboys, sin duda es la evolución del novato de primer ronda Byron Jones, quien inicialmente comenzó jugando como corner y ahora pasa prácticamente todo el tiempo como safety.
Su gran capacidad atlética y características físicas le permiten tener una excelente reacción rompiendo hacia el balón. Cuando el pase es profundo el #31 siempre está cerca, es cuestión de tiempo (poco) para que comience a robárselos balones y a convertirse en ese guardián en la zona profunda con un excelente olfato para encontrar el balón.