El último suspiro del reloj privó a Dak Prescott de su primera victoria en la NFL. A continuación dejamos 5 observaciones y otros detalles de la victoria de los Giants vs Cowboys:
1.- Eli Manning y las oportunidades extra para el rival
A pesar de que notamos un desempeño bastante bueno del QB de los Giants, con un porcentaje de completos superior al 67%, más de 200 yardas y 3 TDs, podemos señalar el hecho de que constantemente otorga oportunidades extra a sus rivales.
En esta ocasión Brandon Carr se encontró con un regalo y registró su primera intercepción desde Thanksgiving de 2013, lo que le dio la oportunidad a los Cowboys de irse arriba en el marcador y tomar momentum en el encuentro, afortunadamente para New York la ofensiva rival no supo cerrar el partido y terminaron la victoria, sin embargo, de haber tenido enfrente a un rival distinto, esa intercepción de Eli se habría podido señalar como causa de la derrota.
2.- El juego por tierra de Giants haciendo lo suficiente
El total conseguido por los corredores Rashad Jennings y Shane Vereen rebasa sólo por 13 las 100 yardas, lo cual puede parecer bueno a secas, sin embargo la forma y los momentos en que las consiguieron fueron determinantes para el resultado final.
Basta con mencionar que Jennings promedió 4.1 yardas por acarreo y Vereen 6.3, además de que en el último cuarto, cuando el ataque de los Giants requería mover las cadenas y consumir el reloj, lo hicieron por la vía de estos dos hombres.
Esto puede resultar satisfactorio y alentador para el equipo de la Gran Manzana, al mismo tiempo que resulta preocupante para los de la Estrella Solitaria que mostraron ser vulnerables en el centro de la defensiva.
3.- Destacó el centro de la frontal defensiva de los Giants
El ataque de los Cowboys tuvo problemas constantemente para mover el balón por tierra y esto hay que acreditarlo completamente a la frontal defensiva de los Giants. El novato RB Ezekiel Elliott, de quien se esperaba mucho en su debut como profesional, simplemente no encontró ritmo y constantemente se estrellaba con murallas azules (2.6 yardas por acarreo) al intentar correr entre los tackles, siendo la excepción una pequeña escapada de ocho yardas para TD. La presencia de Damon Harrison y Jonathan Hankins se hicieron evidentes.
Lo que hace falta ver todavía es una mejora en el pass rush, en donde elementos como Jason Pierre-Paul y Olivier Vernon no registraron sacks y presionaron en pocas ocasiones al QB contrario a pesar de la salida por lesión del LT Tyron Smith.
4.- Dak Prescott puede pilotear la nave
Llama la atención lo parecido que es el planteamiento ofensivo de los Cowboys con respecto al que tuvieron en su exitosa temporada 2014; una ofensiva basada en el juego terrestre que consume reloj de juego, pases suficientes para mover las cadenas complementados por una defensiva que hace unas cuantas jugadas destacadas para limitar a su rival.
El novato superó el 55% en pases completos y a pesar de que no llegó a las 250 yardas pasando, lo más importante es que no cometió ningún error costoso para el equipo; ni en toma de decisiones que significara una entrega de balón, ni en administración del partido.
Lo preocupante para los Cowboys es la falta de contundencia de su ataque, Dan Bailey tuvo que patear 4 goles de campo en series ofensivas que simplemente se atascaron entre el medio campo y la zona roja; si tan sólo una de ellas hubiera culminado en touchdown la historia del partido hubiera sido distinta.
En esta ocasión las manos de piedra que mostraron en ocasiones los WR Cole Beasley y Terrance Williams e incluso el TE Jason Witten, fue de llamar la atención. En un par de ocasiones el balón pudo haber terminado en manos del rival al quedar a la deriva tras rebotar justo en las manos del receptor. Todo esto sin mencionar el terrible error mental de Williams al final del partido que acabó con las esperanzas de una victoria.
Falta ver mucho más involucrado a WR Dez Bryant, quien tuvo una actuación para el olvido con sólo 1 atrapada para 8 yardas, tal vez podamos culpar al diseño conservador de la ofensiva o al planteamiento defensivo de los Giants, pero no queda duda de que si hay un playmaker con una estrella en el casco ese es Bryant, por lo que algo deben hacer para darle juego. La prueba es que al buscarlo en el fondo de la zona de anotación, él se impuso ante el corner y aunque no pudo mantener la posesión del balón al caer, demuestra el hambre y la disposición que tiene para hacer una jugada.
5.- La defensiva de los Cowboys cerró la llave en la segunda mitad
20 puntos permitidos en todo el encuentro, suena bastante bien para una defensiva que se presumía sumamente porosa.
Después de una primera mitad que confirmaba esta presunción y ni siquiera le respiraron cerca a Eli Manning, en la segunda mitad contuvieron al ataque de New York permitiendo únicamente una anotación, registrando un par de sacks y metiendo en problemas al QB contrario.
Desafortunadamente para ellos, ya mencionamos su problema para detener la carrera entre los tackles, lo cual permitió que los Giants tramitaran la victoria con un drive largo en el último cuarto.
Observaciones misceláneas en corto
Cuidado con Sterling Shepard. Podría terminar siendo el receptor novato de mayor impacto para su equipo esta temporada.
Los Cowboys deben estar preocupados por la salud de Tyron Smith. A pesar de que el tackle volvió a la acción tras dejar el campo por molestias en el cuello, este es el tipo de lesión que suele permanecer toda la temporada y eventualmente agravarse.
Dan Bailey y sus superpoderes. No sólo metió 4 goles de campo de 23, 56, 25 y 54 yardas, significando más del 63% de la producción ofensiva del equipo, sino que acertó en otro más de 46 que fue anulado por un castigo. De haber tenido la oportunidad de ganar el encuentro con unos segundos en el reloj, creo que es sencillo suponer el resultado. Tener un pateador así es todo un lujo para cualquier equipo.