Un juego cuya calidad en general no respondió a las expectativas de una noche de Prime Time, pero a cambio dio material de análisis para aventar. Los Minnesota Vikings estrenaron hogar en el U.S. Bank Stadium con una victoria ante los Green Bay Packers y tomaron el liderato de la NFC North con marca de 2-0. Sam Bradford puso a temblar a todo Minneapolis con un golpe tempranero en la mano, Adrian Peterson sembró el terror al abandonar el juego con ayuda de su staff por una nueva lesión de rodilla, el novato Stefon Diggs se robó la noche y los Packers no sólo fueron una vergüenza al ataque sino que, como pocas veces, se dispararon en el pie. Las siguientes son 5 observaciones del triunfo de los Vikings vs Packers:
1.- Mike Zimmer ya hace la diferencia en la NFC North
Quien no haya visto el juego podría pensar que el factor clave fue los que los Packers hicieron para perder, pero en realidad los Vikings demostraron por qué son los vigentes campeones de la NFC North, sobreponiéndose a lesiones, castigos y otros errores para encontrar la manera de ganar. El plan del head coach Mike Zimmer salió a la perfección después de utilizar al QB Shaun Hill para la transición en la Semana 1 y darle tiempo a Sam Bradford de adaptarse. Como resultado, Bradford puso la mayor cantidad de yardas en Minnesota para un QB debutante.
De las 286 yardas de Bradford, 182 fueron para el novato WR Stefon Diggs, quien con 9 recepciones y un TD no sólo tuvo el mejor juego de su carrera, sino que fue, de lejos, el mejor jugador sobre el campo. En general los Vikings no titubearon al jugársela en cuarta oportunidad, atacar a Aaron Rodgers e incomodar a los receptores contrarios. Aunque falta trabajar en el aspecto disciplinario, el cual les pudo costar el juego (13 penalties para 137 yardas), la mano de Zimmer ya es una realidad en Minnesota y en este momento es el mejor HC de su división.
2.- La lesión de Adrian Peterson no es la gran tragedia… por ahora
Aquí lo trágico es para quienes draftearon a este RB en Fantasy y para el mismo Peterson, pues una situación así no se le desea a nadie, pero su lesión de rodilla no solo parece haber llegado en un momento “oportuno”, sino que hasta puede impulsar al equipo en lo anímico. Honestamente AP había jugado basura estos dos juegos y se estaba peor que nunca, entonces vino la lesión y en vez de derrumbarse anímicamente, Zimmer y los suyos fueron a cerrar el juego, reviviendo su ataque aéreo como ya repasamos en el primer punto. La defensa púrpura cubrió su ya habitual cuota de calidad e hizo ver torpe y predecible a uno de los ataques más venerados de la liga.
Aún sin conocer la magnitud de la lesión de AP, el RB Jerick Mckinnon puede heredar el peso del ataque terrestre, el cual ya ha llevado antes con relativo éxito, sin descartar la posibilidad de que los Vikings establezcan un comité con Matt Asiata o busquen firmar a alguien más. Lo cierto es que este equipo lleva dos lesiones clave y dos partidos en que ha dado respuesta. ¿Cuántos creían que Minnesota iba a estar 2-0 hace un par de semanas? Ahora, una cosa es jugar en “modo emergencia” y otra establecer una identidad para la temporada sin el pilar de la franquicia. Los Vikings están a prueba.
3.- Los Packers dependen demasiado de la jugada grande
De no ser por algún pañuelo defensivo, un pase o recepción milagrosos, un fumble perdido y recuperado, o por las piernas del QB Aaron Rodgers, no se veía cómo los Packers pudieran sostener los drives o generar puntos. No están moviendo las cadenas de forma consistente ni muestran variantes efectivas al ataque. Es como querer ganar un juego de baseball a punta de home runs sin buscar batazos de hit. Green Bay parece no entender que no todos los partidos los ganará con un bombazo de Hail Mary o con una magistral ofensiva en el último cuarto.
4.- Se acaban las excusas en Green Bay a la ofensiva
Sí, enfrentaron a una de las mejores defensas de la liga, pero ya está de vuelta el WR Jordy Nelson y el ataque sigue viéndose predecible y falto de sincronía. La constante son los números “inusualmente” negativos y la cosecha de ayer fue 70.7 QB Rating, 3 (sí, tres) fumbles y una intercepción definitiva en el último cuarto para Rodgers; 262 yardas ofensivas totales, 50 yardas terrestres para el RB Eddie Lacy y una detención en 4ª y 2 en distancia de FG para el RB James Starks cuando los Packers perdían por 3 puntos.
En Jacksonville el calor y la inexperiencia de los Jaguars disfrazaron las cosas pero en Minnesota los Packers fueron un desastre. Es cierto que la defensiva no fue brillante contra un equipo tan golpeado por la adversidad como los Vikings pero el único matchup que regaló fue el de Diggs vs CB Demarious Randall, limitó a los Vikings a 17 puntos y anuló a Adrian Peterson, por lo que la derrota se carga a la ofensiva y sus 14 puntos conseguidos.
5.- El U.S. Bank Stadium es una maravilla
Uno de los aspectos que hicieron imperdible este juego fue el estreno del estadio de los Vikings. Con el doble de tamaño que el Metrodome, implantó récord de asistencia de 66,813 espectadores. El techo es de plástico traslúcido ETFE de última generación, sus interiores dan una sensación de integración con el exterior gracias a la iluminación natural y el uso abundante de cristales, la entrada oeste presenta un drakkar vikingo de 49 metros de altura con una pantalla de video a manera de vela y en la zona de anotación del mismo lado se montó el enorme cuerno de batalla Gjallarhorn que fue sonado en los últimos Playoffs ante Seattle.
Hay que seguir de cerca a esta maravilla arquitectónica que albergará el Super Bowl LII el 4 de febrero de 2018.