¿Sabía usted que los estudiantes holandeses son los estudiantes más felices del mundo? Y lo son desde hace ya varios años, y esto no es un logro insignificante. Por el contrario, es algo muy importante a tener en cuenta, sobre todo porque estamos viviendo en una época en la que los adolescentes están lidiando cada vez más con niveles crecientes de problemas de salud mental, estrés, y se enfrentan a un futuro mucho más incierto.
Pero entonces, ¿cómo se las arreglan los estudiantes holandeses para ser considerados los estudiantes más felices del mundo? La respuesta es mucho más sencilla de lo que parece. La educación en Holanda se ha centrado por completo en establecer fuertes conexiones sociales entre los estudiantes, los maestros y los padres.
Cuando Holanda inició este proceso de transformación en su educación, el 58% de los estudiantes quería que las escuelas aumentaran su enfoque en las habilidades más necesarias para la vida como la empatía, la comunicación y la colaboración mutua, así como la habilidad para desarrollar las habilidades interpersonales e intrapersonales.
El 46% de los estudiantes holandeses querían construir mejores relaciones con sus maestros y otros miembros del personal de la escuela, así no tuvieran muy claro en un principio cómo lograr algo semejante.
Al otro lado del mundo, la Universidad de Harvard condujo un estudio relacionado con la felicidad de las personas, nada más y nada menos que durante 65 años. Luego de analizar miles y miles de resultados obtenidos, llegaron a la conclusión de que la felicidad de las personas depende en gran medida de fuertes conexiones sociales. A más y mejores conexiones sociales y menos soledad, más alto es el grado de felicidad que logran alcanzar todas las personas.
Aquellos que tenían una fuerte red de personas a su alrededor que amaban y en las que confiaban, eran más felices sin importar su posición en la vida. Y esto, el simple hecho de crear mejores conexiones sociales, estuvo siempre por encima de los logros académicos, la riqueza, el estilo de vida, la salud, la fama, etc.
De lo anterior se desprendió que, si se lograba enseñar a los estudiantes a comunicarse efectivamente y a construir conexiones fructíferas, ya sean amistosas o profesionales, se mejoraría notablemente el proceso de aprendizaje y la posterior integración dentro de la sociedad de dichos estudiantes, cuando se hicieran personas adultas.
Aprender los fundamentos de la comunicación
Pero aprender a comunicarse de manera asertiva con los demás y crear esas relaciones más profundas necesarias para la vida, es un proceso que demanda que se cumplan 5 pasos principales:
- Toma de conciencia de sí mismo y del otro.
- Identificación de los sentimientos más comunes.
- Fomento de la empatía con otras personas.
- Fomento de la cooperación y la ayuda mutua.
- Toma de decisiones acertadas.
1. Toma de conciencia de sí mismo y del otro
Normalmente las personas no tienen mayor conciencia de sí mismas, de sus gustos, necesidades, fortalezas, debilidades, y mucho menos tienen mayor conciencia sobre los gustos, necesidades, fortalezas y debilidades de los demás.
Comenzar desde la edad más temprana a enseñar a las personas a mantener ese proceso de búsqueda constante de su propia conciencia, hace que aparezca entre muchas otras cosas, un entendimiento de las diferentes reacciones propias y, por consiguiente, de las reacciones que suelen tener los demás frente a las diversas situaciones de la vida.
Dicho de otra manera, aprender a ponerse realmente en los zapatos del otro, es la forma más efectiva de lograr un correcto entendimiento que minimiza por completo la aparición de cualquier clase de conflicto que pueda presentarse en medio de las relaciones que se sostienen con quienes nos rodean.
2. Identificación de los sentimientos más comunes
Cada persona experimenta diferentes sentimientos a lo largo del día, y esos sentimientos fluctúan de un momento a otro sin mayor explicación. Esto es algo que suele verse con mucha facilidad en los niños más pequeños. Ellos suelen pasar de la risa al llanto en cuestión de segundos y por cualquier clase de motivo.
A medida que las personas crecen, la variabilidad de las emociones sigue siendo la misma, pero las personas suelen desconocer qué origina esa variabilidad.
Es por ello importante aprender a identificar cada uno de esos sentimientos que son más fuertes y sobre los que el comportamiento de una persona suele fluctuar. En la medida en que aumenta el conocimiento de la forma como esos sentimientos aparecen, es mucho más fácil para alguien el poder entender qué es lo que lo ha llevado a reaccionar de una determinada manera, muchas veces sin razón o motivo aparente.
3. Fomento de la empatía con otras personas
Lidiar con otras personas no es siempre una tarea fácil. Pero la mayoría de las veces, la dificultad para empatizar con los demás, está en uno mismo y no en la otra persona.
Si las personas aprenden desde pequeñas a darse cuenta de esta situación, y si todos logran entender que el problema realmente está en mí y no el otro, entonces lograr una correcta armonía en las relaciones, se convierte en una tarea mucho más fácil de desarrollar.
4. Fomento de la cooperación y la ayuda mutua
Casi siempre las personas esperan recibir ayuda de los demás, y pocas veces se dedican a ofrecer su propia ayuda a quienes lo necesitan.
El fomento de esta habilidad social, es una pieza clave fundamental para conseguir que entre todas las personas se pueda alcanzar un mayor nivel de beneficio mutuo.
Aprender a ayudarse entre todos, es la clave de una mejor forma y calidad de vida.
5. Toma de decisiones acertadas
Finalmente, y luego de que se han desarrollado los cuatro pasos anteriores, tomar decisiones acertadas se convierte en un proceso simple y sencillo dado que las personas han adquirido un conocimiento superior acerca de sí mismos y de los demás.
Cuando se conoce y se entiende en profundidad las propias fortalezas y debilidades, es mucho más fácil entender al otro y, por consiguiente, es mucho más fácil lograr un mayor grado de armonía, empatía e interacción con todos los miembros de una sociedad.
Los 5 pasos descritos, llevados a la práctica, promueven el desarrollo de las habilidades socioemocionales más necesarias para construir una base sólida que permita establecer conexiones sociales mucho más profundas entre los diferentes miembros de una comunidad.
Cuando esas conexiones se establecen con solidez, la felicidad aparece por sí misma y la resolución de los diferentes problemas y dificultades de la vida, se convierte en una tarea mucho más llevadera para todos.
En pocas palabras, el aprender a interesarse por sí mismo y por el otro con la misma profundidad, es la base sobre la que puede asentarse con firmeza, la felicidad. Y esto es algo sobre lo que los estudiantes holandeses, han aprendido cada vez más con el paso de los años.
¿Se ha quedado algo sin mencionar? Si usted considera que hay algún otro aspecto importante a tener en cuenta para alcanzar un mayor grado de felicidad a nivel social, entonces por favor, no dude en dejar su comentario.