¿Cuántos de vosotros tiene problemas de regularidad intestinal "para ir al baño"? Queramos o no, hay determinadas situaciones, como cambios en la dieta ya sea por viaje, estrés o simplemente porque ocurre.
Para regular la recuperar la regularidad del tránsito intestinal, una de las opciones más socorridas es la fitoterapia. Según el problema sea a corto o largo plazo, es conveniente ponerse en manos de un especialista para que nos aconseje cuál es la mejor opción para nosotros.
En este post hablaremos de plantas tradicionales para los casos de regular la función del tránsito intestinal a corto plazo. Para ello hemos elegido: alcaravea, malva, menta, regaliz y sen.
Vamos a verlas una a una:
ALCARAVEA: Los frutos de la alcaravea (Carum carvi L.) contienen entre un 3 y un 7% de aceite esencial, entre otros compuestos. Este aceite tiene propiedades carminativas así como antiespasmódicas, y por ello resulta muy beneficioso para problemas de flatulencias o espasmos.
MALVA Y MENTA: Por su parte, las flores de malva (Malva sylvestris L.) son ricas en mucílagos que poseen un efecto antiinflamatorio de la mucosa gastrointestinal, mientras que las hojas de menta (Mentha piperita L.) tienen múltiples acciones. A nivel intestinal destacan sus efectos suavizantes sobre la mucosa intestinal, antiespasmódicos, carminativos y digestivos porque estimulan la secreción de ácidos biliares que mejoran la digestión y evitan las flatulencias e hinchazones provocadas por una mala digestión de las grasas.
REGALIZ: La raíz de la regaliz (Glycyrrhiza glabra L.) contiene saponinas que tienen un efecto emulsionante, ayudando así a reblandecer las heces. Además, también tiene efecto antiespasmódico y carminativo, que ayuda a tener una buena regularidad intestinal.
SEN: Del mismo modo, las hojas de sen (Cassia angustifolia Vahl.) se utilizan desde hace muchos años por su efecto regulador del tránsito intestinal. Su acción es debida a los heterósidos hidroxiantracénicos (senósidos) y la calidad de la planta se valora por el contenido en senósido B. Los senósidos llegan al intestino grueso, donde son hidrolizados y transformados en sus metabolitos activos por acción de los enzimas de la flora intestinal. Éstos provocan un aumento del peristaltismo intestinal y la luz intestinal con el consiguiente efecto laxante.
Cabe recordar que ningún complemento alimenticio debe utilizarse como sustituto de una dieta equilibrada y variada o un estilo de vida saludable.
¿Y vosotros? ¿Funcionáis con regularidad? Estaré encantada de leer vuestros comentarios!
Besos desde mi blog!
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