>> Escucha este artículo aquí –>5 preguntas que deberías hacerte para ser productiva y tener resultados
Hace poco leí un post de una de mis mentoras, Karyn Greenstreet, que me ha parecido muy útil e interesante. Según comenta ella hay dos tipos de personas: las que se ponen en marcha rápidamente, casi sin planificar; y las que prefieren crear una estrategia antes de empezar. ¿Con cuál te identificas más?
El ser una persona de acción es algo excelente, sobre todo porque es la acción la que genera resultados. De nada sirve tener muchísimos conocimientos y formación si luego no pasas a la acción. De hecho, ir acumulando cursos y cursos indefinidamente antes de ponerte en marcha porque “necesitas estar más preparada” es una forma de autosabotaje por miedo a fracasar, al rechazo, etc.
Sin embargo, como oí una vez, la acción sin dirección no es muy efectiva (pincha aquí para tuitear esta frase). O lo que es lo mismo, hacer no equivale a conseguir, a tener resultados (o al menos los resultados que tú quieres). Seguro que lo has podido comprobar por ti misma más de una vez, trabajar como una loca para nada. Por ejemplo: meterte en un montón de redes sociales sin saber para qué, gastarte una millonada en tu web sin tener clara tu idea de negocio, ponerte a hacer cosas en el despacho y acabar el día sin haber hecho lo verdaderamente importante, etc.
Aquí es donde entra en acción la planificación, la estrategia. Hay personas que antes de entrar en acción prefieren tenerlo todo bien planificado y tener clara su estrategia. Muy sabio, porque eso te permite analizar distintas opciones antes de emplear tiempo y energía en algo. No sea que después de emplearlo no funcione y creas que ha sido mala suerte o que tu no vales para eso, cuando la verdad es que lo único no válido eran tus técnicas o tu estrategia. Por supuesto, la planificación también tiene su contrapunto, cuando la utilizas como excusa para posponer el momento de acción, algo también bastante frecuente.
En todo caso, en la mayoría de las situaciones es muy útil tener una estrategia, y estas son cinco preguntas fundamentales que deberías planearte si tienes algo en mente o estás en medio de un proceso:
- ¿Por qué estoy haciendo esto?
- ¿Por qué lo estoy haciendo ahora?
- ¿Qué resultado espero?
- ¿Cómo voy a saber que he conseguido ese resultado, qué metodos de analisis voy a utilizar?
Y la más interesante…
- ¿En qué otra cosa podría emplear mi tiempo, dinero y recursos para obtener mejores resultados?
Es muy fácil ir acumulando información y cursos y sentirte atraída por las “novedades”, con la idea de que todo te puede ser útil. Pero la consecuencia, muchas veces, es la parálisis por analisis. Hay tanto que no sabes por dónde empezar y acabas no haciendo nada. O bien todo lo contrario, te metes de lleno en cada novedad y puerta abierta que ves sin pararte a pensar demasiado. En cualquiera de estas situaciones estas cinco preguntas pueden ahorrarte bastantes quebraderos de cabeza.
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