Es normal estar perdido y confundido en cuanto a lo que se debe hacer primero en relación a nuestra situación financiera. Sin embargo, organizando nuestras finanzas y fijando unos pasos lógicos, tenemos medio camino hecho.
Estos serían los 5 principios básicos que cada ahorrador debería tener en cuenta antes de empezar a pensar donde pongo o invierto mi dinero.
1. Garantizar nuestros ingresos.
Si tenemos familia que depende de nuestros ingresos, es fundamental asegurarlos en el caso de que nos ocurra algo y esos ingresos disminuyan o, incluso, desaparezcan. Un seguro de vida debe tener priporidad en cualquier planificación financiera familiar. Incluso si no tenemos personas a nuestro cargo, deberíamos proteger esos ingresos en el caso de que no podamos trabajar por incapaciodad o enfermedad.
Por ejemplo, un seguro de vida es algo que no es muy caro. Está claro que es mejor que no lo utilicemos pero, en el caso de algo nos suceda, es una garantía para nuestra familia.
2. Crear un fondo de reserva o ahorro para imprevistos
Aunque
por regla general, al ahorro a corto plazo sirve para salvar estos
pequeños imprevistos, bien es cierto que a corto plazo, cualquier
persona puede perder su empleo, lo que provocaría una falta de ingresos y
que nuestro plan general de ahorro sea imposible de continuar.
Estos son algunos de los imprevistos
a los que se tiene que enfrentar una persona: regalo para una boda que
no esperamos, compra de algún electrodoméstico porque el que tenemos se
ha estropeado, gastos médicos, derramas en nuestro domicilio, subida
inesperada del seguro de coche, etc...
Por
todo ello, es recomendable tener un dinero ahorrado para el corto plazo
equivalente a 2 o 3 nóminas.
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