5 propuestas para que superes el síndrome “mamá cabreada” desde que te levantas

¿No conoces este síndrome? Durante años yo lo he padecido, me levantaba enfadada, pensando en la cantidad de tareas que me tocaba afrontar ese día: vestir a los niños, acercarlos al cole, limpiar en casa, hacer la comida, recogerlos del colegio… y vuelta a empezar. Así todos los días. Me sentía “exprimida” y frustrada por no disfrutar de un poco de tiempo para mí. Además de que una vez puesta en pie, hubiera descansado suficiente o no, me arrastraba si procedía o bien salía escopetada de la cama y me ponía a hacer cosas en un abrir y cerrar de ojos. Yo entonces no lo sabía, pero el cuerpo necesita su tiempo para despertar y rendir al 100%, y su “gasolina” para hacerlo correctamente sin desgaste extra.

Si supieras cómo han cambiado las cosas desde entonces, con solo unos hábitos de respeto hacia mis necesidades matutinas, tanto emocionales como físicas (¿es posible separarlas?) también querrías probarlas. Por si te decides a hacerlo y a liberarte del síndrome “mamá cabreada” te las cuento a continuación:

Levántate diez o quince minutos antes que tus hijos
Estírate desde las puntas de los dedos de tus manos hasta la punta de los dedos de tus pies
Abre la ventana, respira hondo con calma cuatro o cinco veces y saluda al nuevo día, da gracias por estar viva y por todo lo que la vida te puede ofrecer en la nueva jornada
Bebe uno o dos vasos de agua: eso pondrá en marcha tus órganos y tu organismo funcionará sin sobrecargas, lo que redunda en un estado de ánimo estable
Si conoces dos o tres ejercicios de yoga realízalos, o también puedes aprenderlos aquí y practicarlos con tus peques cuando se levanten, ¡la energía positiva es contagiosa!

Ahora que te has dedicado unos minutos, has conectado contigo y has puesto tu cuerpo en marcha ya estás lista para despertar a tus niños con un beso o un achuchón, o un poco de música, o unos minuos compartidos en su cama…

¡Buenos días y buen día!