Revista Cine

5 razones por las que amar Bunheads

Publicado el 22 febrero 2013 por Despiram @FrikArteWeb

No me avergüenza decir que Bunheads, la última serie de Amy Sherman-Palladino (Las Chicas Gilmore) para ABC Family es una de las series que mejores ratos me hace pasar y una de las que menos se tiene en cuenta por blogs y redes sociales, ya sea por el tema que trata (danza de adolescentes en un pequeño pueblo californiano), por el canal en el que se emite, ABC Family o vete tú a saber porque.

Es una serie teen, si, pero no creo que por eso sea menos válida que un drama “high concept” de una cadena de cable premium, pues no nos olvidemos, el principal objetivo de la televisión es entretener, y Bunheads (hablo por mi, claro) entretiene de un modo honesto, familiar y agradable. Se podría decir que  es mi happy place, y os voy a dar cinco razones por las que me gusta tanto y por las que creo que deberíais darle una oportunidad.

1. Sutton Foster

Sutton Foster en Bunheads
Antes de Bunheads no la conocía, no sabía que era la estrella de Broadway que es, pues ha ganado 2 Tony’s, por Thoroughly Modern Millie y Anything Goes, y ha estado nominada por el musical de Shrek o Mujercitas (entre otros), pero fue ver el piloto y hacerme inmediatamente fan. Sutton interpreta a Michelle Simms, una antigua bailarina de Las Vegas que siente que su vida necesita un cambio. Se podría decir que es la hermana perdida de la adorada Lorelai Gilmore, incluso diría que con un toque más de locura, que hace que cada frase que diga sea divertida, con un timing muy cuidado y una química con todos los personajes de la serie, ya sea Fanny, los vecinos del pueblo o sus alumnas. Michelle además de su pasado en Las Vegas y su dificultad a la hora de elegir un camino para su vida, sus conflictos familiares pasados la hacen ser un personaje complejo e interesante, sin perder un ápice de su buen humor y velocidad al hablar.

2. Las 4 adolescentes

Una de las partes que más temía cuando empezó la serie es que fuera otra de esas series de adolescentes de hoy en día, frívolas, superficiales, que buscan la provocación y el giro de guion gratuito, por lo que cuando vi que la parte adolescente de Bunheads se acercaba más al estilo de las series teen de la antigua The WB o UPN, me llevé una gran alegrías. Las cuatro chicas me parecen personajes adorables, naturales y la relación de amistad que tienen es algo que agradezco mucho más que una competencia constante por ser la reina de la escuela de baile. No siempre hace falta una arpía que se dedique a hacer la vida imposible del resto del grupo, se pueden crear personajes sin una maldad de plástico y gratuita.

Las cuatro adolescentes de Bunheads

Boo, la asustadiza y “buenina” quizás, es el personaje que menos me guste de las cuatro, pero no tengo nada en su contra y no llega a ser una pavisosa absoluta. Sasha, la que podía parecer la borde y “zorrupia” que odia a la en teoría protagonista, no es en absoluto así, es más seria, es competitiva, pero es una buena amiga, y están explorando su vulnerabilidad de modo que no resulta ni excesivamente dramático ni ligero. Ginny y Melanie son quizás menos protagonistas, pero no por ello me gustan menos, de hecho, creo que Melanie, directa y “agresiva”, tiene de los momentos de la serie con los que más me he reído, especialmente cuando está su hermano involucrado o en su relación con Ginny.

3. Referencias a tutiplén

Ya en Las Chicas Gilmore se podía ver que Amy Sherman-Palladino es una gran aficionada al cine clásico, a la literatura y a la televisión, a la cultura pop, vamos, y en Bunheads las referencias no disminuyen. Juego de tronos, The Wire, Hannah Barbera, Monty Python, Magic Mike… una infinidad de momentos que si conoces, te harán sacar una sonrisa (los propios títulos de episodios como “Channing Tatum is a fine actor” o “No One Takes Khaleesi’s Dragons” son una muestra de lo que vas a recibir en el episodio). El estilo de dialogos a 100 por hora favorece incorporar este tipo de juegos referenciales, marca de la casa Sherman-Palladino. Además, debido a la procedencia de Michelle (y Sutton Foster) las referencias al mundo de los musicales y el baile son continuas. Y si eres fan del reality show So you think you can dance reconocerás a muchos de los bailarines que aparecen de fondo en las clases de Fanny o Michelle.

4. Momentos musicales

Si juntamos que la serie, centrada en gran parte en una academia de danza para adolescentes, favorece la presencia de música, con las cualidades musicales que tiene Sutton Foster, protagonista y como he dicho antes, estrella de Broadway, la presencia de números musicales que podemos esperar no son ni pocos, ni de mala calidad. Desde las coreografías de ballet de los alumnos y alumnas, algo que personalmente siempre me deja embobado mirando, hasta momentos showstopper como aquel en el que Michelle cantando Maybe this time de Cabaret, o la canción que canta junto a su hermano con un ukelele. Son pildoras musicales que hacen que la serie adquiera un valor añadido a sus tramas y diálogos.

5. El pueblo

Liza Weil en Bunheads
Si viste Las Chicas Gilmore, probablemente reconozcas Paradise, la ciudad ficticia en la que se desarrolla Bunheads, como una nueva versión de Stars Hollow, pues el ratio de vecinos extravagantes no hace más que aumentar a medida que pasan los capítulos. Desde Truly, antigua novia de Hubbell, el hijo de Fanny, del que aún esta enamorada, el hermano (y rival) de Melanie, los novios del resto de chicas bailarinas, y otros bailarines, o la última incorporación, Millie (interpretada por Liza Weil, la gran Paris Geller en Las Chicas Gilmore), hermana de Truly, con la que no tiene una buena relación y que su seriedad y particulares ambiciones, están dando muy buenos momentos en los últimos capítulos emitidos. Cada personaje que aparece, tiene algún detalle que añade excentricidad a Paradise creando así un pueblo tan utópico como Stars Hollow, pero esa utopía es lo que hace que Bunheads sea mi happy place.

Y vosotros, ¿ya os habéis dejado llevar por Bunheads o aún tenéis prejuicios?


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