Comunicación: hablar honestamente y sin miedo a tocar cada tema ayudará. Este ejercicio fomenta la confianza y apoya la delegación de responsabilidades hasta que se alcance la armonía financiera deseada.
Planeación: para tener un objetivo real es importante determinar los pasos que necesita dar para llegar a él. Primero deberán responder preguntas como: ¿Cuáles son los ingresos, egresos, ahorros y deudas? ¿Cuánto aportará cada uno? ¿Qué tareas realizará cada miembro? Entre otras. Al tener las respuestas será más claro el camino que deben tomar.
Metas financieras: al tener un panorama real sobre la economía del hogar, es necesario establecer metas financieras y determinar un plan de acción. Cuando la pareja tiene claras las metas y está de acuerdo con ellas, es mucho más fácil recortar gastos hormiga y superficiales para alcanzar bienes más grandes o superar un imprevisto económico sin comprometer su estabilidad.
Orden: es muy importante que la pareja sea capaz de mantener la disciplina que necesita para alcanzar sus objetivos. Para saber si lo están haciendo bien establezcan un sistema para comenzar a registrar en qué se está gastando el dinero, así tendrán la oportunidad de hacer gastos más inteligentes e invertir su dinero eficientemente.
Ahorro: no significa privarse de ciertos gustos o pequeños lujos, simplemente se trata de hacerlo en coherencia con sus objetivos financieros y posibilidades económicas. Como pareja es necesario ahorrar para mantener una armonía y buena relación.