Revista Cultura y Ocio
La madrugada del 3 de julio de 1969, el miembro fundador de The Rolling Stones Brian Jones apareció ahogado en la piscina de su casa de campo en Sussex, Inglaterra, a los 27 años, inaugurando una triste lista a la que pronto se unirían Jimi Hendrix, Janis Joplin, Jim Morrison, etc., y luego ya años más tarde Kurt Cobain o bien en este siglo Amy Winehouse.Tres semanas antes había sido expulsado del grupo por los dos jefes, Mick Jagger y Keith Richards, aunque la versión de Brian era distinta y decía que se había separado de ellos porque no habían evolucionado de igual modo y sus gustos musicales diferían. Pero un dato que no deja de sorprenderme, es que dos días después los Stones dan un concierto en Hyde Park (el luto fue fugaz) y le dedican el concierto, eso si, mientras Jagger lee un poema de Shelley. Quedaba claro que la maquinaria no iba a parar...
Cuando se funda la banda Brian era el músico más avanzado y de mejor nivel del grupo, y además el más influyente en hacer un estilo que les haría competir de tú a tú con Beatles o Kinks. Era un experto en el uso del slide guitar, tocaba piano, órgano, saxofón, armónica, sitar, marimba, dulcimer, clave y mellotrón, aparte de componer, y fue el que reconoció que el blues negro, sobre el que se apoyaron los éxitos iniciales de los Stones, podía convertirse en música juvenil. Le obsesionaban los blues oscuros, y era muy distinto a Mick o Keith en las influencias.Sea como fuere, con él los Stones sonaban muy diferentes.
En homenaje, quería que sonara hoy este Ruby Tuesday del álbum Between the bottons (versión americana, no estaba en la inglesa) de 1967, donde Brian introducía la flauta.