Revista En Femenino
Laura Guthman escribió el libro " La maternidad y el encuentro con la propia sombra". Un libro que he empezado en varias ocasiones y que nunca consigo acabar..... Y es que te remueve por dentro y tace salir a las sombras que llevamos dentro.
Esas sombras aparecen en muchos momentos de la maternidad, en el parto, la lactancia, en nuestro comportamiento como madres.... Y es difícil aceptar que ser madre, no es siempre tan maravillosos como nos venden.
Hace casi tres años, escribí un post sobre sentirse superado por ser madre o padre, un post que surgió después de hablar de forma clara y sin embudos con unos amigos que habían sufrido mucho hasta conseguir ser padres y que, con el bebé ya en brazos, se sentían desbordados.
Esas sombran solemos mantenerlas ocultas, las guardamos en un rinconcito y no solemos compartirlas con nadie, no se si por miedo o porque no está bien visto a nivel social.
Hablar de sentimientos negativos entorno a la maternidad está mal visto, no solo por las sociedad, sino por nosotros mismos. Al fin y al cabo, cada uno es su peor juez.
Por suerte, cada vez más madres "salen del armario" y hablan de sus sombras en los blogs, como han hecho Madres Cabreadas hablando de las sombras de la lactancia, Ira y sus múltiples sombras que la han llevado a crear un recopilatorio en su blog o Babbupi, con la mirada triste de su pequeño convertido en hermano mayor ( post con el que me siento muy identificada ).
Yo también tengo mis sombras, muchas, demasiadas.... Sombras que arrastro conmigo allá donde voy... Son más que miedos, porque realmente, no tengo miedo.... Son sentimientos ocultos, sentimientos de frustración, de sentirme mala madre, de sentirme desbordada, sobrepasada,.... sentimientos que no puedo verbalizar porque se esconden en las sombras.
Por suerte, tengo una pequeña tribu 2.0 con la que hablar y que me entiendan. Una tribu con madres que se sienten como. Porque al fin y al cabo, todos necesitamos desahogarnos en momentos puntuales de esas sombras que escondemos en el corazón.
Mis propias sombras están presentes en muchos de los aspectos de la maternidad. Como Babbupi, ser madre de dos me ha traído nuevas sombras. Me siento como el enanito gruñon, me paso el día enfadada con mi hija mayor, riñéndola por todo.... Es difícil para mi repartir mi tiempo entre dos cuando paso la mayor parte del tiempo sola con ellas. Cualquier cosa me hace saltar, le contesto mal, la castigo rápido y mal..... He perdido mi paciencia y me siento mal por ello.
Cada mañana me levanto diciéndome a mi misma que tengo que cambiar, que tengo que relajarme, que Alex es una niña vital de casi 5 años que sigue necesitando a su madre, que tengo que relajarme..... Pero las horas pasan y vuelvo a ser "la bruja", el "poli malo" de la película.... Seguimos peleando. Ella busca el límite y yo no tengo paciencia.
Hay momentos en que desearía recuperar mis brazos para mi, liberarme de mis obligaciones como madre, poder sentarme tranquilamente a leer ( un libro, un blog, el periódico,...lo que sea ), poder ver la televisión ( ver algo diferente a Dora la exploradora, Jake y los piratas o Peppa Pig ). Pero a la vez me siento tan egoísta por ello.... Cuando vuelva a trabajar, mis hijas apenas me van a tener con ellas. Es ahora cuando puedo disfrutar del tiempo que paso con ellas. Y no lo estoy haciendo, no estoy disfrutando como debería.
Y esa es mi mayor sombra, pasarme el día enfadada con el mundo, diciéndome que tengo que relajarme y disfrutar del momento ( Carpe Diem )... Pero no lo consigo.
Aún con todo, ser madre es maravilloso y, por suerte, la sonrisa de mi hija mayor hace que, de vez en cuando, la bruja no sea tan bruja, los gorgoritos de la pequeña hacen que mi rostro se ilumine.... Porque lo importante, es que voy a seguir luchando contra esas sombras que ensombrecen mi corazón....
Como dice Laura Guthman, lo importante es conocerlas, ponerles cara y aprender a vivir con ellas.