Revista Cine
Con unos días de diferencias, hemos visto en la ciudad de México dos películas brasileñas dirigidas por cineasta jóvenes, las dos ubicadas en la norteña ciudad costera de Recife y las dos más preocupadas en construir lentamente un ambiente de soledad y alienación que en contar una historia convencional. No es que no exista una trama, pero esta es muy sencilla, de tal manera que funciona como excipiente para otros temas que les interesan a esos realizadores.
Me refiero a Sonidos Vecinos (Mendonca Filho, 2011), presentada en el FICUNAM 2013 y estrenada en un puñado de salas hace unos días y Érase una Vez Yo, Verónica (Era Uma Vez Eu, Verônica, Brasil-Francia, 2012), tercer largometraje de Marcelo Gomes (espléndida opera prima Cine, Aspirinas y Buitres/2005, inédita comercialmente en México), presentado dentro de la 55 Muestra Internacional de Cine...
La crítica, completa, hoy jueves 14 de noviembre, en la sección cultural de Reforma.