6 claves para colgar cuadros y acertar

Colgar cuadros en la pared no parece tener gran misterio y, sin embargo, lo habitual es que acabe siendo una patata caliente. Si eres de los que ha probado a colgar el cuadro a 2/3 del suelo, 1/6 del techo o cualquier otra fracción de las que rondan por ahí, te invitamos a probar una fórmula más sencilla …

Pink Square, Alfred Leslie

cuelga el cuadro a la altura de tus ojos

Es un tip casi universal, de esos que funcionan en el 90% de los casos. Ahora bien, no te confundas, es el centro del cuadro el que debe estar a la altura de tus ojos, y no el marco inferior. El objetivo es disfrutar mirando esa obra de arte sin que tu cuello pague el pato.

1 | OBRAS XXL

Esta recomendación es aplicable a cualquier pieza sin importar su tamaño. Coge un cuadro, visualiza su centro, alarga los brazos y deposítalo en la pared. Ahí lo dejas. ¿Que el cuadro mide 2 metros y casi toca el suelo? Perfecto. Recuerda que estas obras de gran formato lucen más en espacios amplios, en los que puedes tomar un poco de distancia para ver la obra al completo (ojo, ni se te ocurra ponerlas en un pasillo estrecho o solo verás el canto del cuadro)

A la izq. óleo ‘When you speak about love you make me feel invisible’ de John Isaacs. Encima de las sillas de César Manrique, ‘Untitled (Femme d’Alger)’ de José Dávila — @ad_Spain

2 | CAOS ORDENADO

Si se trata de colocar varias obras juntas, sitúa la pieza principal a la altura de tus ojos y úsala como centro de la composición que piensas realizar. Juega con las otras obras, colócalas a los lados, debajo, encima o donde quieras, pero siempre trátalas como un conjunto. Así no parecerá que tapas agujeros en la pared sin ton ni son.

¿O sí? … Mira esta composición de Arianna Lelli Mami, socia de StudioPepe. Notarás que aquí la única regla es que no hay reglas. Ahora, para hacer esto sin ser StudioPepe vas a tener que echar mano de mucho papel kraft, y pegar y despegar hasta que el conjunto brille como tú quieres.

TIP: Te recomiendo que pruebes el conjunto antes de empezar a taladrar. Ayúdate de cartulinas o cartones cortados a la medida de los cuadros que vas a usar. Pega estas plantillas directamente en la pared. Cuando te hayas decidido, aprovecha el papel para marcar dónde harás el agujero. Ah, y no olvides usar un nivel!

@studiopepe_official @elledecoration_es

3 | HILO CONDUCTOR

Volviendo al caso de StudioPepe, habrás notado que sus cuadros tienen un notorio hilo conductor – mismo marco y paleta de color – que los relaciona y los trata como el conjunto que son. No es necesario que ese hilo conductor sea tan evidente, pero siempre debería existir – prueba a usar una misma temática, disciplina artística, una época o incluso un mismo estilo de marco, verás como tus cuadros hablan entre sí –.

Retratos de diferentes épocas y estilos con un nexo común: todas sus protagonistas son mujeres. Interesante también la verticalidad empleada al colgar cuadros. O

Si el mural ocupa todo el paño disponible, sé cristalino con el hilo conductor o me temo que acabarás hiperventilando cada vez que entres en la habitación. En esta casa de Ciudad del Cabo, no se han andado con chiquitas para quitar peso a este mural, fíjate: mismo autor, mismo color, mismo marco, y cuasi mismo tamaño!!

Obras de Cameron Platter en una casa victoriana en Ciudad del Cabo @ad_spain

4 | ENTRE LÍNEAS

El espacio que dejas entre los cuadros es otro detalle interesante. Es obvio que quedará mejor un espacio mayor entre cuadros grandes que entre los pequeños. Como orientación, puedes moverte entre los 3-4cm y los 14-16 cm, pero no lo tomes al pie de la letra. La realidad es que la distancia también puede servir para crear efectos de mayor simetría, dar mayor sensación de conjunto o destacar una obra. Para que lo entiendas, fíjate a continuación en la escasa separación entre los cuadros de la derecha y la llamativa distancia con el cuadro de la izquierda (un retrato de Leonard Cohen). ¿No percibes que esta pieza tiene más peso en el conjunto?

A la izq. Leonard Cohen retratado por Sharon Robinson, fotografías de Sebastiao Salgado y Thomaz Farkas. Diseño de Marcio Kogan en Sao Paulo @ad_spain

Fíjate también en la distancia que existe entre el aparador y los cuadros: 20, 30, 40cm a lo sumo (igualmente aplicable a un cabecero, al respaldo de un sofá o a una mesa). Esa distancia consigue que cuadro y mueble sean parte de una misma composición. Puedes incluso añadir otros elementos al conjunto, como un jarrón o una lámpara de pared e integrarlo todo. No te agobies si en este caso no puedes aplicar la regla de colocar el cuadro a la altura de los ojos. Ser parte de ese grupo es lo más importante aquí.

Aunque se aconseja que los cuadros no sobresalgan del mueble que acompañan, en este caso se ha descentralizado a propósito. Así, dos simples cuadros y una lámpara son capaces de decorar toda una pared. Hotel Chamberí Suites en Madrid. Diseño de @decoralinks

5 | CUADROS DE QUITA Y PON

Si eres culo inquieto, o simplemente te cuesta decidir qué cuadros quieres mostrar, no cuelgues, apóyalos en baldas, muebles, o directamente en el suelo si son obras de gran tamaño. Al mezclar tamaños y marcos conseguirás aportar dinamismo al conjunto y crear composiciones muy interesantes. Pon una tira adhesiva de doble cara en la parte posterior del cuadro, en contacto con la pared, si no te fías de que se queden quietos en su sitio.

@Crateandbarrel

6 | TODO EN ORDEN

Y si te aterra la idea de colgar cuadros sin orden ni concierto, vete al lado opuesto. Crea un conjunto simétrico y ordenado. La chispa puede estar en el color, como en el salón de este apartamento parisino que, gracias a todos los hilos conductores que comparte (mismo marco, tamaño, autor, temática) y a su impecable colocación en la pared, resulta de los más equilibrado.

Grabados de Josef Albers en el centro de París @elledecoration_es

SHOPPING LIST

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