Llegan las fechas más señaladas del año, en las que las comidas familiares y las cenas de empresa son prácticamente obligatorias. Es esta época en la que las reuniones con amigos y cenas, con menús posiblemente demasiado copiosos y no todo lo saludables que nos gustaría, se multiplican, y tenemos demasiados excesos a la hora de comer.
Pero, ¿cómo evitar esos excesos? Comer es un placer, y en las animadas cenas es difícil controlarse. La abuela suele hacer su famosos plato que llevamos todo el año esperando, o compramos alimentos que por su precios solo podemos permitirnos en ocasiones especiales.
Puede que en los días de fiesta consumamos muchas más calorías y grasas de las que deberíamos, pero no solo lo hacemos en los días especiales como Nochebuena, Navidad o Nochevieja porque llegamos a sustituir la fruta del postre por dulces navideños, y ese tipo de cosas son las que deberíamos evitar.
No consiste en encerrarse en casa como ermitaños, ni en negarse a acudir a cenas y reuniones para evitar "pecar". Consiste en ser conscientes de lo que comemos y tomar decisiones sobre los platos, ingredientes y guarniciones que lo componen.
También deberíamos prestar atención a las cantidades que comemos, porque una cena con muchos platos que probar puede acabar siendo indigesta, y además de encontrarnos fatal, no nos dejará descansar bien. Siempre he pensado que en estas ocasiones, menos es más.
Es probable aumentar de peso en este mes de celebraciones porque esos excesos nos pasan factura. Solemos pasarnos, y cuando llega enero tememos a la báscula. Por eso mismo, no es extraño que muchas personas se pongan a dieta para bajar esos kilos que han ganado o que hagan algún tipo de tratamiento "detox" para limpiar el organismo de alcohol, azúcar o grasas.
La nutricionista Ángela Quintas, de cuyos libros ya os hablé, nos ofrece 6 buenos consejos para controlar nuestra alimentación en estas fechas. En su libro "Las Recetas de Adelgaza para siempre" , puedes encontrar unas recetas riquísimas y saludables, que pueden aparecer en tu mesa sorprendiendo a los comensales.
1. Planifica el menú de las comidas familiares.
Una comida apetitosa no tiene por qué ser sinónimo de copiosa y calórica. Intenta planificar los menús con antelación y dale importancia a las verduras, ensaladas, sopas o el clásico consomé con picadillo.
2. Aprovecha el tiempo libre para tener unas vacaciones activas.
Salir a caminar, una excursión a la montaña, un fin de semana multiaventura, montar en bici o pasear por la playa o el parque son opciones divertidas y saludables para disfrutar en familia.
3. Limita el consumo de alcohol.
Controla el consumo de bebidas alcohólicas. Recuerda que el alcohol aporta calorías "vacías". Intenta siempre poner al lado un vaso de agua y alternar las dos bebidas para evitar tomar mucha cantidad. El agua con gas con una rodaja de limón o pepino y alguna hierba aromática es una buena alternativa a las bebidas de alta graduación.
4. Controlar la compra de alimentos mediante una lista específica puede ser un buen truco para reducir el consumo de dulces.
Evita comprarlos y sustituir el frutero por la bandeja de polvorones y mantecados. Procura que tu alimentación en estas fechas no cambie mucho a tus hábitos normales y deja solo las comidas y cenas clave para excederte.
5.Elige los platos con alimentos más frescos.
También los menos elaborados, y no desestimes acompañar a las carnes o pescados de una buena dosis de verduras u hortalizas, en vez de salsas ricas en grasas como mahonesa, o guarnición como patatas o algún otro tipo de fritos.
6. No esperes a Enero para ponerte a dieta.
Procura mejorar tus hábitos en estas fechas, se pueden llevar unas Navidades mucho más saludables si te planteas metas asumibles a corto plazo. Ponte como meta mantener tu peso en lugar de bajar, así evitarás el sentimiento de culpa y de frustración después de las Navidades.
Me encantan estos consejos, y le agradezco muchísimo a Ángela Quintas su tiempo y dedicación, porque da unas claves estupendas para disfrutar de estas fiestas sin dejar de cuidarnos, y sobretodo, cuidando también a nuestras familias.
A mi me gustaría añadir un consejo propio y es que, en esas reuniones, y cenas con amigos y seres queridos, lo más importante sea juntarse y compartir momentos, no gastar mucho dinero en comida y bebida, que a veces sobra tanta que incluso la deshechamos.