En España hoy se celebra el aniversario de la proclamación de la última Constitución española, la de 1978. Ya lo hemos comentado en otras ocasiones. Por ejemplo hace un par de años( https://pedsocial.wordpress.com/2017/12/05/los-ninos-y-la-constitucion-espanola/).
En esa ocasión “…nos hemos referido a la escasa representación que tienen los niños en el texto constitucional (https://pedsocial.wordpress.com/2014/12/04/la-constitucion-y-los-ninos/). Apenas se refiere a unos derechos que protegen los convenios internacionales que, de no existir, dejaría sin presencia al colectivo infantil. Y también nos hemos quejado que en la CE figure el derecho a la vivienda y, en cambio, no el derecho a los alimentos (https://pedsocial.wordpress.com/2016/12/20/seguridad-alimentaria-la-seguridad-del-acceso-a-los-alimentos/) o la inexistencia de una regulación de la filiacióny/o adopción que mantiene en la precariedad miles de niños sin padres válidos (https://pedsocial.wordpress.com/2016/07/11/la-compleja-situacion-de-la-adopcion-en-espana/)….”
En los meses transcurridos la Constitución española ha sido mencionada en círculos políticos, cabeceras de diarios, tertulias televisivas y declaraciones de autoridades más veces que en los 38 años anteriores juntos. Algo falla cuando se tiene que hacer referencia constante a un texto legal que, por más que quieran unos y otros, no pasa de ser eso: un texto legal. La adscripción de grupos sociales o colectivos según su relación con ese texto legal, la división entre constitucionalistas y anti-constitucionalistas, es una clara evidencia de que existe una crisis, en el texto y en su interpretación, así como su validez y vigencia. No hace falta indagar mucho para comprender que el determinante de todo ello es el actual conflicto entre Cataluña y el estado, y la obviedad que en el desacuerdo está que la Constitución beneficia a unos y perjudica a otros. Y eso requiere una solución, que solo puede ser política.
En cualquier caso, insistimos en lo que reseñamos en el párrafo superior: la Constitución española no presta atención a los niños. Quienes la redactaron tenían la mente en otras cosas, por ejemplo mantener la pena de muerte, a instancias de los militares. De la única descendencia que se ocupan es de la del rey. Pues vaya…
X. Allué (Editor)