Estamos en el verano de 2020. Un año que ha supuesto un antes y un después en nuestras vidas por la lucha contra el COVID_19. La situación extraordinaria de los "Estado de Alarma" y sus distintos plazos nos impidieron movernos y viajar durante unos meses; una vez terminados había que volar. Por supuesto lo primero era el reto que habíamos hablado mis hijos y yo: cumplir con nuestro "Viaje a las 7 Islas Canarias" del que podéis leer artículos anteriores.
Después, ya en agosto y de manera más sosegada, pensé escapar unos días y conocer algún destino peninsular. Al levantar la vista hacia el norte buscando mejores temperaturas que en Madrid, apareció la comunidad foral de Navarra, un lugar que antes me pasó desapercibido entre los destinos del norte más populares, como Asturias o Cantabria, pero que ahora presentaba buena nota en el control de la pandemia y parecía ofrecer muy buenas posibilidades. Era mi escapada de "6 días en Navarra".
Este era un viaje que haría solo, en tren y con la intención de recorrer la mayor parte de Navarra y conocer los lugares más representativos, opté por el alojamiento en Pamplona y desde allí moverme con alguna empresa turística y propuestas de excursión en pequeños grupos, opción que me pareció oportuna teniendo en cuenta mis posibilidades de movimiento. Mi sorpresa fue cuando la mayoría de ofertas que se presentaban por internet, quedaban desiertas o suspendidas por falta de viajeros.
Cuando estaba a punto de abandonar la idea de Navarra como primer destino o, peor aún, suspender mis días de vacaciones, apareció la web de "TripNavarra Tours" en mi navegador y todos mis problemas se solucionaron por arte de magia, o mejor explicado, por el buen hacer y la disposición de esta empresa que a la mañana siguiente de enviarles mi pregunta sobre sus servicios, me propusieron diferentes posibilidades que hasta ese momento parecían imposibles.
Como os dije, el alojamiento fue en Pamplona en el "Hotel Eslava", a un paseo de la estación de tren y muy cercano al Parque de la Taconera, La Ciudadela o la Iglesia de San Lorenzo donde se encuentra la Capilla de San Fermín. Allí era donde me recogían para llevar a cabo las distintas excursiones programadas a primera hora de la mañana hasta por la tarde; las horas de luz que quedaban, las ocupaba en recorrer y conocer Pamplona por mi cuenta.
Solo os diré que he quedado encantado con Navarra y estoy absolutamente convencido de que volveré alguna vez más. Sus posibilidades son enormes y está en un excelente estado de conservación, tanto en su patrimonio natural como arquitectónico, cultural o histórico. Tiene espacios muy bellos y accesibles y tantísimo que ver, que los itinerarios pueden ser muchos y muy distintos con lo que por mucho que visites, siempre te quedarán lugares de gran interés para volver.
En mi caso me quedaron por conocer las Bardenas Reales, no dí para más. Fue imposible en tan poco tiempo visitar este enclave, pero han sido muchos otros de los que pude disfrutar, incluso saborear tranquilamente un buen café en el Bar Txoko, sentarme o pasear por donde el conocido escritor Ernest Hemingway lo hiciera años atrás.
De la mano de TripNavarra como ya te dije, completé cinco estupendas salidas, dos de día completo, dos de medio día y una visita guiada del centro histórico de Pamplona y su bonita catedral de Santa María la Real. He de reconocer que los encierros no llaman mi atención, así que este verano sin ellos ha sido muy especial. Navarra desde ahora forma parte de "El Mundo que he visto" con una muy buena nota.
Javier y Iosu, nuestros guías, hicieron un inmejorable trabajo en todos los aspectos, demostrando no solo amplios conocimientos sino saber trasmitirlos, con un entusiasmo y una cercanía que finalmente te enamora de su Navarra. Una tierra que ha resultado ser uno de esos lugares que están ahí pasando desapercibidos esperando ser descubierto, con parajes espectaculares y una riqueza natural, histórica, cultural y gastronómica increíbles.
Navarra ha resultado ser diferente y única. Una comunidad foral que nos espera con los brazos abiertos y la mesa puesta, con los deberes hechos cuidando de su entorno y su historia para mostrarla de la mejor manera. A diferencia de otros artículos de viaje donde explico cada uno de los enclaves que visito, aquí os voy a dejar únicamente algunas fotografías de mi acompañante Nikon D850 con alguna indicación y el enlace a las propuestas de "TripNavarra Tours" aquí, que en eso se explican infinitamente mejor que yo.
Para que te hagas idea, te diré las excursiones que realice con "TripNavarra":
- El Valle de Baztán con las cuevas de Urdax, las cuevas de las Brujas de Zogarramurdi y el pueblo de Ainoa en el lado francés.
- La Selva de Irati, Ochagavía y las Foces de Arbayún y Lumbier.
- Ruta Medieval. Ujué, Palacio de Olite, Castillo de Javier, Monasterio de Leyre.
- Roncesvalles con la colegiata, Capilla, Sepulcro, Museo, Iglesia y un paseo por Burquete.
- Senda del Nacedero del Urederra en el Parque Natural de Urbasa y el Balcón de Pilatos.
- Visita de Pamplona. Centro histórico y su Catedral.
Ya sé que pudiera parecer que escribo como Partner, no es así, no existe relación comercial entre "TripNavarra Tours" y "Las Cosas del Abuelo O'hara", pero sí la de compañeros de viaje y compromiso con un turismo responsable.
Hoy es 3 de diciembre, día de Navarra y desde aquí les envío un abrazo y mis mejores deseos para que una vez se acaben las restricciones y vencida la "Pandemia", vuelvan a ejercer como los mejores embajadores de Navarra.
Que "Amalur" y una enorme y bonita "Eguzquilore" siempre os protejan.*** Son tantas las "Fotografías de Navarra", que he colocado algunas más en otro artículo. Si las quieres ver pincha en el enlace. Buen viaje.