Constituirse como profesional independiente o freelancer, más conocido como profesional autónomo o autónoma, da libertad y flexibilidad para trabajar cuando y donde quieras, escoger los tipos de proyectos o clientes, pero exige en la misma medida rigor y disciplina para garantizar tu estabilidad laboral.
Existen una serie de responsabilidades y obligaciones a cumplir por los y las profesionales que adhieran a este régimen profesional, concretamente de carácter fiscal. Sea organizando el trabajo, para que todos los plazos sean cumplidos, sea planificación pagos e ingresos, es necesario mantener una situación financiera equilibrada y tanto definir objetivos como analizar el cumplimiento de los mismos.
En este artículo destacamos 6 errores a los que se debe prestar atención y evitar si pretendes trabajar como autónomo o autónoma.
1- No usar un día del mes para hacer las cuentas
Dominar las finanzas es fundamental para quien trabaja en régimen de autónomo o autónoma. Es muy fácil perder el control entre todos los plazos y obligaciones. Por eso, aconsejamos coger un día o dedicar un tiempo de tu agenda para revisar todos los costes y beneficios que has tenido.
El tener una rutina en este sentido, no solo hará que gestiones de manera más eficiente tu dinero como que entiendas cuáles son los presupuestos más justos por la realización de tu trabajo.
Existen varias herramientas de gestión de presupuestos en el mercado, como Boonzi, una óptima ayuda para la gestión financiera de un autónomo o autónoma. Se trata de un software que permite ver todos los movimientos al detalle, con la opción de “copiar/pegar” a partir del extracto bancario, de categorizar los movimientos y de obtener una previsión de cuánto dinero tendrás en determinada altura, por ejemplo.
Por otro lado, puedes contar también con servicios de contabilidad para ayudarte a organizar las cuentas y a controlar todo lo relacionado con las finanzas de tu actividad profesional.
2- Dar por garantizado el dinero
Una regla de oro que debes tener en cuenta es que tu presupuesto no puede ser gestionado como el de una persona que recibe un sueldo todos los meses. Tendrás que tener en cuenta que es necesario que exista un equilibrio entre los meses de mayor y menor rendimiento. Así, evita por todos los medios el uso de tarjetas de crédito o créditos personales, así como comprar a crédito. Si ya posees varios créditos, considera la opción de juntarlos todos en uno único, con una tasa más baja y en un único préstamo.
3- No planificar las finanzas a 3 meses vista
Además del control riguroso de las finanzas, es necesario que exista una planificación a medio plazo, también minuciosa. Cuando no se tiene un rendimiento fijo, es aún más patente la necesidad de tener un presupuesto previsto para un plazo mayor. Por eso, garantiza que tus gastos están cubiertos durante un plazo mínimo de 3 meses. De esta forma, no solo trabajarás sin la preocupación de si tendrás forma de cubrir tus gastos del próximo mes, como tendrás tiempo para encontrar una alternativa en caso de emergencia, como podría ser el hecho de perder un cliente importante.
4- Ignorar costes fijos en los presupuestos
Existen costes menos obvios que van más allá de las horas de trabajo y que deben ser considerados en los presupuestos. A pesar de poder trabajar donde y cuando quiera, si trabajas como autónomo o autónoma también pagas impuestos, consumes electricidad y tienes gastos asociados a tu actividad, como la compra de un software o de herramientas específicas para el desempeño de un determinado proyecto.
Por eso, debes considerar que si haces un presupuesto que no considere estos costes, estarás perdiendo dinero.
5- No tener unos ahorros
Este error es muy común en toda la población, pero se vuelve especialmente grave en el caso de los autónomos y autónomas debido a la naturaleza inestable de este tipo de modalidad profesional. Una vez que no tienes un rendimiento regular, es necesario que cuentes con un fondo de emergencia por si ocurren imprevistos, como podría ser una enfermedad que impida que el trabajo sea concretizado.
También puedes considerar la suscripción a un seguro para trabajadores autónomos y trabajadoras autónomas que, dependiendo de las condiciones contratadas con la aseguradora, podrá cubrirte en caso de accidente laboral, de accidente personal o de necesidad de protección jurídica, entre otras coberturas. Este es un coste adicional pero que puede ser beneficioso, pues, ante cualquier imprevisto, evitarás el tener que tirar de los ahorros.
6- Fallar en el pago de los impuestos como autónomo o autónoma
Este error puede parecer obvio, pero aún así es muy recurrente y es de extrema importancia que no te olvides de él. Un atraso en el pago de los impuestos puede implicar costes adicionales que van a desequilibrar toda tu planificación presupuestaria. Por eso, señala las fechas de los pagos que debes hacer y previene el pago innecesario de multas o intereses por atrasos.
Gestionar el presupuesto a corto y medio plazo y hacer una planificación correcta es de extrema importancia para quien trabaja en condiciones de autónomo o autónoma. Por eso, no lo dejes para más tarde: haz un plano de acción para tus finanzas y vive una vida laboral más descansada.