Aunque vivamos en el sur de Europa y las construcciones sean distintas, todavía podemos decorar nuestros hogares de estilo nórdico moderno sin que nos cueste una fortuna si es nuestro estilo favorito. Estas son 6 formas de conseguirlo aunque no seáis expertos interioristas:
1 – Pintar toda la vivienda de blanco: de entrada es el único trabajo de reforma que tendríais que hacer. Puede ser blanco puro o con un toque de gris o crema, el famoso blanco roto. Cuando tengáis dominio de más colores podréis introducir más en alguna habitación o pared.
2 – Amueblar con las piezas justas: olvidaos de los estándares, de lo que tiene todo el mundo y de las necesidades de otros. Medid bien el espacio, estudiad vuestro día a día y lo que de verdad usáis y eliminad todas las piezas-pegote que sobran (el mismo consejo va para accesorios, recuerdos, utensilios de cocina, los apuntes del instituto, la ropa de hace 3 décadas…. eliminad lo que no usáis).
3 – Elegir muebles y accesorios de colores neutros y madera: si queremos hacerlo fácil, vamos a olvidarnos también de los colores hasta que no tengamos todos los neutros bajo control. Gris, blanco y negro tienen que tener representación y en su defecto, colores arena y beige. No os olvidéis de piezas de madera natural: mesas, sillas, baldas, la encimera de la cocina… un toque aquí y allá para aportar textura y calidez.
4 – Eliminad cortinas pesadas y oscuras: muchos nórdicos no tienen cortinas, de hecho casi nadie tiene persianas, allí la luz natural es valiosa y no se frena con pesadas y oscuras cortinas, al contrario, se le deja entrar al máximo. En España no es lo mismo, especialmente en el sur, donde la luz natural es abundante todo el año y casi la mitad de este aporta además calor innecesario. Como tenemos la ventaja de tener persianas para cuando la luz moleste, todavía podemos elegir cortinas de tela blanca y ligera para seguir las premisas nórdicas.
5 – Invertir en textiles cada temporada: puede ser una piel de cordero, una funda nórdica nueva para la cama, una manta para el sofá, cojines, manteles, trapos de cocina, toallas… Olvidaos de nuevo de los colores fuertes y estampados sin sentido y apostad por los neutros (en este pequeño piso que os muestro hoy tenéis buenos ejemplos).
6- Diseño nórdico, velas y plantas: Los detalles son importantes y si de estilo nórdico estamos hablando, diseño de estilo nórdico tendremos que aportar, como ese jarrón que te regalaron, el portavelas que te trajiste de Copenhague, etc. Cuidado! es un detalles aquí y allá, nada de sacar sobre ese aparador toooodos vuestros accesorios. Las velas y plantas im-pres-cin-di-bles, blancas y repartidas por todas las habitaciones.
Como veis es bien sencillo darle un cambio de estilo a nórdico en nuestro hogar, al principio os parecerá que está todo un poco como vacío, pero lo agradeceréis y ya no podréis vivir rodeados de trastos, necesitareis de repente tener más espacio para moveros. Espero que os sirva :).
Vía: Fantastic Frank