Todos tenemos acceso a conocer las biografías de los autores clásicos e, inclusive, nos damos el lujo de estar al tanto de los detalles de la vida personal de nuestros autores favoritos y hasta de sus escándalos –cuando son públicos. Pero en muchas ocasiones me he puesto a pensar en cómo son ellos al momento de tomarse en serio su carrera. Seguramente tienen buenos hábitos que los han llevado a donde están. Es por ello que en este artículo repasaremos cuáles son los hábitos de los buenos escritores y haremos nuestra cuenta de manera regresiva:
- Escribir con disciplina
Los buenos escritores son disciplinados y defienden a capa y espada sus horas para escribir. Por ejemplo, la destacada escritora inglesa J. K. Rowling, autora de la saga de libros que giran alrededor del personaje Harry Potter, dice: “Sé despiadado protegiendo tus horarios de escritura”. Si los tienes, defiéndelos; si no, haz un espacio en tu vida diaria, preferentemente siempre a la misma hora, para escribir.
- Intercalar: leer, escribir, editar.
Los buenos escritores no producen y producen sin parar, pues saben que tienen que dedicar tiempo para editar y también para leer. Una buena costumbre es la de intercalar: días para escribir, otros para leer y otros para editar. No te hagas de la mala maña de solamente producir sin llegar al producto terminado.
- Acercarse a otros artistas
Los grandes escritores (y no solo ellos, sino los grandes artistas en general) saben que es muy productivo para su obra acercarse a otros artistas. De esta manera, tenemos encuentros históricos entre grandes como Coco Chanel y Salvador Dalí, entre Salvador Dalí y John Lennon, por ejemplo. En su juventud, Paul McCartney era conocido entre el grupo de los artistas plásticos de Nueva York. Acércate a otros escritores, o bien, a músicos, pintores y artistas de tu localidad. Las asociaciones artísticas siempre que sean bien conducidas, pueden llevar a grandes momentos de inspiración mutua.
- Leer
Puede ser que escribir no sea el requisito indispensable diario para ser un buen escritor, pero leer sí que lo es. Los grandes escritores leen.
- Especializarse en tópicos literarios
Los escritores se especializan en temas particulares que les gustan y se hacen grandes conocedores de ellos. Busca un tópico literario que te agrade, por ejemplo, una corriente como el romanticismo o la poesía española del siglo dieciocho y conviértete en el que más sabe del tema. Aprenderás y serás respetado por tus conocimientos. El escritor argentino Jorge Luis Borges, no solo era gran admirador de la obra Franz Kafka o de la poesía de Walt Whitman, sino que hizo traducciones de los textos de sus admirados.
- Persistencia
Si tú piensas que Herman Melville escribió Moby Dick tranquilamente sentado en un escritorio de su casa mientras todos estaban en silencio, te equivocas. En una de sus famosas cartas a su amigo Nathaniel Hawthorne le explica cuánto lamentaba no poder dedicarse al cien por ciento a la escritura de su novela y verse atrapado en el trajín de su vida cotidiana.
Aprovecha cualquier momento del día para ejercer lo que más te gusta, que es escribir. Escribir, sea para ti mismo o de manera profesional, es una fuente enorme de satisfacciones. Date la oportunidad hoy.
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Me despido con una cita maravillosa del escritor norteamericano Stephen King: “Los amateurs esperan a que les llegue la inspiración. Los profesionales nos sentamos y nos ponemos a escribir”.
Hasta la próxima.
Por Alex M. Fourzan
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