Cuando vemos la puesta de sol sobre las 7.30, y los cachorros me preguntan que adónde va el sol cuando se esconde, siempre les digo que se va a despertar a los españoles. Allá va, todo bonito y rojo a daros los buenos días. En unas horas estará despertando a Madrid y yo me estaré metiendo en la cama. Puedo imaginar sus rayos comiéndose las sombras entrando por la Castellana, iluminando el cielo casi azul. Ese azul que sólo existe en Madrid. Y al día siguiente todo volverá a ser igual. Miraré el teléfono para apagar el despertador y veré que mi whatsapp ha resucitado. Los españoles ya lleváis 6 horas en pie, 6 horas por delante. Es como si siempre llegáramos tarde a la fiesta
