Nos encantan las lámparas y cada día encontramos cosas nuevas que nos sorprenden. Estas que os traemos hoy en Hogarismo son muy especiales porque no son lo que parecen, o no parecen lo que son. Los diseñadores han tomado objetos cotidianos y los han elevado a su enésima potencia.
Vasileios Roumeliotis for Roumelight
Una vieja rueda de bicicleta puede ser convertida en una sofisticadísima lámpara LED, iluminando una pared de forma extraordinariamente estética.
Vasileios Roumeliotis for Roumelight
Su diseñador, Vasileio Roumeliotis ha dotado a la rueda de un doble sistema de iluminación LED: puntos de luz en el interior de la llanta, y una cinta perimetral camuflada, consiguiendo este efecto tan impactante.
Ingo Maurer captó el atractivo de las botellas de Campari, el clásico aperitivo italiano, y ha diseñado con ellas una lámpara llamada Campari Bar. El juego de luces y brillos rojos que genera es la clave de su originalidad.
ingomaurer.com
El mismo diseñador convirtió unas bombillas de filamento incandescente tradicionales en lo que parecen pequeñas aves en pleno vuelo. Se llama Lucellino.
ingomaurer.com
La ligereza de la bombilla acentuada por las alitas y la mínima expresión en el pie que la sostiene… Sencillo y sorprendentemente efectivo.
Un cubo metálico de toda la vida puede inspirar a un diseñador y acabar iluminando el techo de casa con un toque rústico pero absolutamente encantador.
moooi.com
Bucket Lamp, con el acabado del asa de porcelana, es de la casa Moooi y está en exhibición en la Semana del Diseño de Milán 2013.
Estas otras lámparas se llaman Frozen Water y son únicas en el género.
Vía waveavenue.com
A su creador se le ocurrió utilizar vidrio simulando grandes gotas de agua congeladas en caída desde la propia tubería, que es la estructura.
Vía waveavenue.com
El detalle verde de las plantitas completa el efecto.
Una simple cesta también puede inspirar un punto de luz diferente. La marca Santa&Cole la han bautizado así, Cesta, y es tan sencilla como bonita.
Santa&Cole
Perfecta para ambientar con suavidad un rincón cualquiera de la habitación.
Se “ilumina la bombilla”, se enciende la imaginación: mezclar ideas y conceptos hasta que saltan chispas de innovación. Estas lámparas tan sui generis lo demuestran.