Revista Viajes
Momento de balances, lo bueno y lo no tan bueno, lo que se ve en las fotos y lo que no se ve...
6 meses viajando por Asia, mucho tiempo que ha pasado muy rápido, y tan intenso que parece una vida entera.
Muchas preguntas nos han hecho desde que hemos llegado y que intentaremos responder en este post: cómo nos hemos sentido pasando tantos días fuera de casa, lo que más nos ha gustado, lo que menos, 24 horas en pareja, si no nos hemos cansado durante el viaje o teníamos ganas de venirnos, si nos sentimos diferentes, si ya hemos tenido suficiente o aún nos queda ganas de más... Pero estas son sólo algunas de ellas en un gran mar de sensaciones y experiencias, así que allá vamos!
6 meses que han significado mucho...
- Un sueño viajero que deseamos con mucha fuerza y que hicimos realidad. Y entonces ya no ves estos "sueños" tan descabellados. Sólo se necesita un empujón.
- Un reto personal superado, sobretodo lanzándonos por primera vez a Asia y comenzando por la India. No sólo "soportamos" mes y medio allí, sino que la disfrutamos. Y nos dimos cuenta que no hay país difícil o fácil de viajar, depende de tu actitud y de tu energía. De hecho aunque la calidad del viaje mejoró mucho cuando saltamos al sudeste asiático, el cansancio que íbamos acumulando en el viaje nos hacía a veces más exigente.
- Guillermo se sorprendió, y me sorprendió con su actitud hacia las comidas. Él que es de paladar delicado, y que era de las cosas que más temía, sobrevivió!!! ...con casi 10 kilos menos, pero sobrevivió jajjaja No voy a decir que comió de todo, pero aprendió a incluir nuevos alimentos a su dieta, sobretodo los vegetales, y se dio cuenta que uno no se muere por envenenamiento. Aún recuerdo las primeras semanas en India, en las que la ausencia de carne se convirtió en una necesidad para él, y entonces llegamos a Amritsar y su cara se iluminó pensando que estaba a salvo al ver uno de sus restaurantes favoritos, el Mc Donalds. Aquello era un milagro hasta que... llegó el momento de pedir y se dio cuenta de que todas las hamburguesas eran vegetales! Todo su gozo en un pozo!
- En mi caso, también me di cuenta que soy mucho menos escrupulosa de lo que pensaba jajjaja, y no me refiero precisamente a las comidas... A veces hacia la vista tan gorda que casi parecía ciega. No dicen que ojos que no ven, estómago que no se revuelve, o... era de otra manera?
- Algo curioso que nos sucedió, sobretodo al principio, es que cuando dormíamos, soñábamos mucho. Suponemos que era la gran cantidad de estímulos externos y de emociones, porque no lo recordamos haberlo hecho tanto y tan a menudo.
- Cultivar la paciencia hasta el infinito y más allá. Por poneros en situación, si aquí en España el tren, bus, o avión lleva un retraso de media hora ya estamos echando sapos y culebras por la boca, pero si es en India, por decir un sitio, y el tren se retrasa 5 horas no verás a nadie mosqueado, y curiosamente tú tampoco, en todo caso resignado. Es lo que hay, y no se puede ir contra las fuerzas naturales.
- Darte cuenta de que el mundo está lleno de mucha más gente buena que mala. A pesar de que en un montón de ocasiones te han advertido del millón de peligros que hay ahí fuera, y de que no debes ser tan confiado con la gente, descubres que hay gente con un corazón muy grande. Personas que fortuitamente se cruzan en tu camino, y que desinteresadamente te prestan su ayuda, e incluso te lo dan todo sin ellos tener nada. La bondad y generosidad de las personas nos ha sorprendido y dejado sin palabras en más de una ocasión este viaje.
- Hablar de cuáles han sido los sitios que más o menos nos han gustado es difícil de decir, porque todos por algo los hacen únicos. Quizás destacaría Nepal porque nos robó el corazón desde el primer momento, y es un sitio al que deseamos volver muy pronto a pesar de lo sucedido; al igual que Tailandia que nos encantó, y fue uno de los países que menos deseamos abandonar. También estuvieron Vietnam, Indonesia, Malasia, Singapur y Camboya, cada uno con sus cosas,... y por supuesto India, que si no sabríamos decir si fue el que más nos gustó, lo que está claro es que le tenemos un cariño muy especial!
- Algunos piensan que con un viaje así lo hemos visto todo, e incluso nos dicen eso de "bueno, en el próximo viaje ya no vais a saber donde ir". Lo curioso es que nuestra lista de "lugares que visitar alguna vez en la vida" se ha ampliado!!! Y es que cuando viajas te das cuenta de lo grande que es el mundo, y de la cantidad de sitios que hay por ver. Más conoces, más te da la sensación de lo poco que conoces y de lo mucho que te queda por conocer. Fueron 6 meses largos en Asia conociendo muchos rincones, pero podríamos volver otros 6 meses y aún sin repetir nos dejaríamos muchos sitios por conocer.
- Viajar en pareja 24 horas durante tantos meses non-stop es posible y soportable jajajjaja En nuestro caso, no hemos notado tanta la diferencia. Por suerte o no, según como se mire jajajja, no somos de las parejas que trabajamos de sol a sol y nos vemos solo a última hora del día, sino que de por sí pasamos mucho tiempo juntos, y además compartiendo otra afición que es el baile. Una actividad que implica muchas horas de entrenamiento, y que son muy intensas en el sentido más amplio de la palabra, sobretodo en época de competiciones. Bailar y viajar pueden llegar a ser actividades intensas y tensas, y de alto riesgo, que requieren compenetración y mucha conexión jajjajaj Y con esto, tampoco os penséis que somos la pareja ideal que se entiende a la perfección, nada de eso. Los que nos conocen saben que somos muy diferentes, y que discutimos mucho, pero lo hacemos aquí... y lo hacemos viajando, ¿cuál es la diferencia? jajjaja Pero son discusiones del momento, por pensar tan diferente, y en los que no llega la sangre al río, no os preocupéis. Son como una tormenta de verano, llega, descarga, se va y sale el sol. Desde luego, viajar es una prueba de fuego para saber si una pareja funciona o no, ya que es el mejor momento para conocer a la otra persona en todas sus facetas y situaciones.
- Aprendimos a prescindir de muchas cosas que antes creíamos necesarias para vivir, y nos dimos cuenta que las cosas más pequeñas e insignificantes nos hacían más feliz que nunca. Por ejemplo, el día que recoges toda tu colada limpia, ese es un gran día! Se te esboza una sonrisa enorme en la cara, la hueles, la abrazas y estás más contento que unas castañuelas. Hay que pensar que ahora tu gran armario de casa se reduce a 4 camisetas y un par de pantalones, y a veces hay que hacer magia para que la ropa dure jajjajaja Otro caso podría ser ese helado o cerveza que te tomas al final del día cuando te das cuenta que has cumplido con el presupuesto del día y aún te queda para un capricho! Y entonces, no sabes por qué pero esa cervecita o ese helado nunca supo tan bien, y lo saboreas cómo si fuera el último, mientras rememoras los mejores momentos del día!
- Viajar así no son vacaciones, se convierte más en una forma de vivir, y como todo en la vida hay momentos mejores y peores, en este caso, generados más por el cansancio o situaciones incómodas. En las fotos os hemos mostrado esos sitios maravillosos que hemos visto, pero llegar a ellos a supuesto a veces una infinidad de horas. Y cambiar de sitio constantemente, cansa y mucho. Al principio piensas que haces slow-traveling cuando en un sitio que en vacaciones verías en un día y continuarías, tú te quedas tres. Sin embargo, cuando empiezan a pasar los meses, los 3 días se convierten en 5, luego en una semana, y al final te quedas 10 ó 15 días.
Las fotos solo muestran una parte del viaje, y son solo momentos, por lo que puede llevar a ideas equivocadas... Difícil de creer, ¿verdad?
Reconocemos haber tenido un momento de crisis en el viaje, muy fugaz pero ahí estuvo, en el que te planteas si de verdad quieres seguir o no. En mi caso, tuve la misma sensación y en el mismo momento, justo cuando se cumplían los 4 meses de viaje en Australia, lo que pasa que de aquella me volvía, y en esta ocasión aún me quedaban un par de meses más. Sensación de querer seguir disfrutando de este viaje que siempre habías soñado, pero necesidad de frenar y saborear el camino como al principio, cuando comenzabas con tanta energía y con deseos de comerte el mundo. Vas acumulando cansancio, el calor insoportable en un momento del viaje no ayuda, y lo peor es que las cosas dejan de sorprenderte de la misma manera. Vamos a ser sinceros, cuando has visto más de 20 templos ó 15 budas, el número 21 y 16, ya no son lo mismo. Pero si algo hemos llevado mal en el viaje a medida que avanzaba era la mochila! Cada vez te desprendías de más cosas, y cada día te pesaba más, creo que llegué a notar cada milésima de gramo. De hecho, las largas pateadas que nos metíamos con mochila al hombro me han hecho traerme de regalito... una fascitis en los pies, que veremos cuando conseguiré quitarmela! Y entonces, con todo esto, llega el momento que te planteas si lo estas haciendo bien, o si de verdad estas hecha para viajar. Has deseado tantas veces hacer lo que estas haciendo que... cómo es posible? Te acuerdas de aquel post que escribieron Dany y María, los chicos de Legatraveler, cuando se volvieron a los 8 meses de su vuelta al mundo y les entiendes más que nunca... Piensas que tal como lo estas haciendo tú no serías capaz de una vuelta al mundo durante un año! así que te replanteas el viaje, frenar, y moverte más lento. No hay tanta necesidad de ver, de ser turista, sino de vivir, porque eso te llena más.
- ¿Y el viaje nos ha cambiado? ¿Nos sentimos diferentes? No. Seguimos siendo los mismos de siempre. Quizás con más experiencias y valorando muchas cosas que antes no hacíamos, pero sobretodo dando a la vida una "nueva" escala de valores y prioridades.
- Ahora sí, poniendo todo en una balanza, lo bueno y lo malo, volveríamos a repetir una y otra vez esta magnífica experiencia, porque la vida es algo más que una rutina, porque queremos que cada día sea especial, y porque lo mejor de todo, y lo voy a decir con letras mayúsculas es la sensación de LIBERTAD tan grande que sientes. Más que nunca eres el único dueño de tu propia vida, y esto te hace sentirte MÁS VIVO que nunca.
Este post íbamos haberlo escrito los dos, contando ambos nuestras sensaciones, desde 2 corazones y 4 ojos distintos, pero después de haberlo hecho nos dimos cuenta que coincidíamos más de lo que pensábamos, así que para no repetirnos hemos unido todas nuestras impresiones.
Va a ser que tampoco somos tan diferentes, ¿no?...