Revista Coaching

6 niveles para escuchar mejor al otro y generar empatía

Por Juan Carlos Valda @grandespymes

6 niveles para escuchar mejor al otro y generar empatía

POR Marcela Hernández y Hernández

En alguna otra ocasión, había tratado ya el tema de la escucha; su importancia para persuadir a otros y mejorar nuestras relaciones interpersonales. Sin embargo, no había profundizado en los diferentes niveles que existen en el arte de escuchar y cómo la conciencia sobre éstos puede ayudarnos a mejorar nuestras habilidades de comunicación.

En mi opinión, el problema con nuestra forma de escuchar es que damos por sentado que contamos con la habilidad para hacerlo bien. Creemos que escuchar es uno más de nuestros sentidos y que nuestra capacidad auditiva es suficiente para escuchar. Nada más alejado de la realidad.

Escuchamos con todos nuestros sentidos. No sólo captamos sonidos, interpretamos lo que la otra persona quiere decirnos; percibimos sus emociones; observamos sus ademanes y comunicación no verbal e incluso podríamos escuchar más allá de las palabras: lo que no se dice, las verdaderas inquietudes o intenciones del que habla.

Desde esta perspectiva, podríamos decir que escuchar no sólo es una acción, sino que se trata de todo un proceso, que podemos ir evolucionando y profundizando en nuestra manera de escuchar y avanzar a través de varios niveles que nos permitirán escuchar cada vez con mayor calidad y empatía.

6 niveles para escuchar mejor

1. Ignorar

Este primer nivel, quizá ni siquiera tendría que estar considerado como uno de los niveles de escucha, sin embargo, lo practicamos tanto y tan bien que se ha ganado un lugar en la lista.

Aunque nos cueste trabajo, todos hemos pasado por este nivel (tal vez de manera inconsciente). Cuando sólo nos hemos remitido a escuchar sonidos sin ni siquiera intentar darle sentido a las palabras que nuestro interlocutor dijo. Típico que después nos preguntan si hemos entendido y nuestra mente se queda en blanco.

Este nivel de escucha no permite que se generen vínculos entre las personas, por el contrario las alejas emocionalmente.

2. Fingir

En este segundo nivel, tampoco nos importa entender o brindarle sentido a lo que la otra persona nos dice, la diferencia es que lo hacemos de manera consciente y pretendemos estar interesados aunque nuestra mente y atención estén en otro lado. Estamos desconectados.

Generalmente hacemos otra actividad de manera simultánea. No miramos a los ojos y nuestro lenguaje corporal no tiene predisposición para comprender lo que se te está diciendo.

3. Parcial

En la escucha parcial ya hay un nivel más alto de atención y disposición para escuchar al otro, sin embargo, sólo nos enfocamos en lo que nos interesa. No existe empatía. Seleccionamos las piezas que necesitamos pero nos olvidamos de la fotografía completa.

4. Atenta

En este nivel de escucha estamos verdaderamente presentes. Minimizamos las distracciones e interrumpimos lo que estamos haciendo. Incluso podemos repetir con nuestras propias palabras lo que el otro nos dijo o bien lo que le entendimos. No se trata de parafrasear, sino de brindarle sentido a lo que la otra persona nos expresó.

5. Empática o Activa

Es el nivel más alto de escucha. Aquí escuchamos para comprender no para responder. Generamos empatía con la otra persona. Escuchamos sus emociones y sus inquietudes. Hacemos preguntas pues tenemos auténtica curiosidad por saber más y entender mejor.

De acuerdo con Stephen R. Covey este tipo de escucha es como brindarle aire psicológico a las personas. Imagina que te estuvieras ahogando, no pensarías en otra cosa más que en obtener aire. Sin embargo, una vez que lo has obtenido la necesidad estaría satisfecha. Al igual que la necesidad de aire, l a mayor necesidad psicológica del ser humano es sentirse entendido y valorado.

Si bien no es posible escuchar de manera activa a todos y en todo momento, pues nadie tendría el tiempo o la energía para hacerlo, sí podemos procurar utilizar este nivel de escucha cuando sea necesario para evitar malos entendidos o conflictos que lastimen nuestras relaciones.

Piensa en la última vez que no te sentiste escuchado. ¿Qué fue lo que pensaste y cómo te sentiste? Lo más seguro es que más allá de no sentirte escuchado, hayas sentido que no eras importante para la otra persona.

¿En qué nivel de escucha te encuentras con mayor frecuencia?
La autora es coach ontológico, especializada en coaching de vida y empresarial. Directora de Cae-el20, empresa de coaching y capacitación. Puedes seguirla en Twitter en su cuenta @March_coach.

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