El protector solar debe ser un básico imprescindible en tu rutina de belleza. Y en esta época del año, con el verano casi a la vuelta de la esquina y el aumento de las temperaturas, usarlo se vuelve fundamental. Sin embargo, hay diferentes aspectos que tenemos que tener en cuenta a la hora de escoger bien nuestro protector.
Por qué utilizar protector solar
¿Sabías que el 80% de los signos del envejecimiento están provocados por las radiaciones solares? Y es que, si bien el sol tiene muchísimos beneficios (por ejemplo, es indispensable para la síntesis de vitaminas A y D), es cierto que los daños que provocan las radiaciones UVA pueden ser devastadores para nuestra piel. ¿Pero cómo elegir el solar adecuado? ¡Te lo contamos en estas 6 reglas de oro!
#1. ¿Spray o crema?
En general, el uso de protector solar en spray resulta bastante controvertido. Muchos expertos aseguran que, al usarse mayoritariamente en niños, es difícil aplicarlo sin inhalarlo. Además, la cobertura puede no ser del todo uniforme. Por ello, los especialistas en la piel recomiendan la textura en loción o crema.
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#2. ¿Qué ingredientes evitar?
Como haces con la comida en el supermercado, es importante que mires bien la etiqueta de tu protector. Entre los ingredientes, es importante chequear que no contenga oxibenzona, un disruptor hormonal que penetra en la piel y puede causar alergias. El octocrileno es un activo que, aunque cada vez se usa menos, resulta muy contaminante.
#3. ¿Qué factor usar?
El factor de protección de las cremas solares es un número que indica el tiempo que el producto aumenta la capacidad de defensa frente al sol de la piel. Si, por ejemplo, tu fototipo puede estar expuesta 10 minutos al sol sin enrojecerse, un factor de protección 15 la protegería durante 2 horas y media. Es decir: 15 minutos x 10 = 150 minutos. ¿Por qué renovar la crema cada 2 horas entonces? Porque en este tiempo nos tocamos la piel y sudamos, además de que el grado de absorción de cada persona es distinto.
#4. Ten en cuenta el tiempo que vas a estar
No es lo mismo el protector solar que vas a usar para un día de playa que el que vas a necesitar si sales a dar una caminata de 15 minutos. Para la exposición prolongada, necesitas un factor más alto. De todas formas, recuerda que es importante limitar la exposición haciendo pausas y evitando las horas centrales del día.
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