La rabia es una de las emociones humanas más complejas. El problema está en que, si bien es parte de la vida, también nos puede privar de conseguir lo que queremos.
Y ¿qué es lo que causa nuestra rabia? la rabia se experimenta hacia personas con las que hay cierta relación, por eso sus causas tienen que ver con la frustración de deseos, necesidades personales, afirmación excesiva de autoridad, situaciones donde se dan el rencor y el resentimiento, planear venganza, ajuste cuentas, querer “descargarse” y no poder, interrupción de planes concretos, insatisfacción de expectativas personales, así como deseos o acciones que vemos que lesionan nuestro orgullo y autoestima, ser objeto de deshonestidad o ruptura de promesas, abuso de autoridad, ser ignorado o maltratado por alguien significativo, ataque verbal o físico, sensación de ser víctima de una situación y no tener opción, etc; a veces, también nos puede causar rabia, pero en menor grado, actos socialmente inapropiados, injusticias, comportamientos ajenos que consideramos reprobables, etc.
Cómo controlar la ira
No es recomendable ocultar nuestra molestia por cosas que nos irritan. Lo que tenemos que evaluar es si ciertas maneras de afrontar la rabia favorecen nuestros intereses. La rabia puede tener altos costes. Entre los físicos podemos incluir el estrés fisiológico, la hipertensión y las molestias corporales que los acompañan. Los costos interpersonales pasan por sentimientos de desesperanza, desolación y aislamiento.
6 Técnicas para gestionar mejor la ira
A continuación, voy a explicar algunas técnicas útiles para gestionar mejor la rabia:
Técnica 1: “Comprueba la racionalidad de tus pensamientos al evaluar lo que te sucede”.
Una buena forma para comenzar a aprender cómo afrontar la rabia es analizando nuestras valoraciones al respecto. Cuando hacemos una valoración de un suceso frustrante, debemos decidir si es algo por lo que vale la pena molestarse. En este momento se hace importante que pensemos racionalmente. Si pensamos que las cosas siempre deben ir como nosotros esperamos, que los demás siempre deben tratarnos inmejorable y amablemente, y que nosotros nunca tenemos por qué pasar una frustración o un mal rato, entonces ciertamente que pasaremos bastantes momentos en que nos asaltará la rabia.
Frustración, una reacción emocional más
Técnica 2: “Aprende a ser creativo emocionalmente”.
Ante sentimientos confusos, es muy positivo que hagamos un stop, que nos tomemos unos minutos para encontrar respuestas positivas. Es importante que, en estos momentos, en vez de permitir que nuestras emociones nos controlen, seamos creativos para producir experiencias positivas. Cuando estemos molestos, consideremos los siguientes pasos:
- Reconozcamos y aceptemos el hecho de que estamos molestos.
- Decidamos qué hacer al respecto. Lo importante es que nos demos cuenta de que tenemos varias alternativas a nuestro alcance para decidir la manera más apropiada cuando sintamos rabia.
Técnica 3: “Practica la relajación y el control en situaciones de frustración que te crean rabia”
La relajación es una técnica muy beneficiosa para utilizar en situaciones de rabia. Hay algo de verdad en aquel consejo de contar hasta 10 antes de responder. Ese tiempo simbólico nos sirve para decidir qué acción tomar más apropiada para resolver el problema. A través de la relajación, con respiraciones profundas y relajación muscular, podemos llegar a sentirnos en las mejores condiciones para sopesar diferentes opciones y tomar decisiones. También podemos usar la relajación para adelantarnos a una situación que sabemos que nos irritará. Nos podemos sensibilizar ensayando respuestas para el momento en que ocurra la situación; cuando sientas “hervir tu sangre”, califica tu rabia en una escala del 0 al 100 y relájate hasta que se reduzca a un nivel de 30 o menos.
Técnica 4: “Distinguir y examinar las dos etapas de la descarga”
Cuando la rabia realmente se apodera de nosotros, puede ser de mucha utilidad descargarla a través de actividades físicas o creativas. Al “sacar “la rabia, nos reponemos y logramos un estado más relajado para visualizar el problema y pensar en soluciones.
La técnica de descargar tiene dos etapas: una primera fase, que consiste en limpiarnos de las tensiones y molestias que nos afectan, incluso físicamente, y la segunda que tiene que ver con el trabajo de la situación en sí, es decir examinar qué es lo que realmente está pasando y qué es lo que me está provocando esta situación de rabia. Con tan sólo descargar no se elimina la fuente de frustración y molestia, sino que se encuentra más autocontrol para combatirla.
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Técnica 5: “Practica la Asertividad”
A veces puede ser importante expresar la rabia, y en otras ocasiones, hay que evaluar si eso nos favorece o lo hace más difícil. Ya que reaccionar con rabia no suele ser la mejor estrategia, podríamos preguntarnos qué otras formas tenemos como respuesta.
Asertividad: ¿qué es? y ¿cómo se trabaja?
Asertividad significa mantener una posición basada en el reconocimiento de los derechos propios, expresar nuestra forma de pensar y sentir de manera directa, honesta y apropiada. Cuando somos asertivos, demostramos respeto por nosotros mismos y por quienes nos rodean. Por una parte, no es pasividad ni permite que otros se aprovechen de nosotros, y por otra, se reconocen las necesidades de los otros y se intenta relacionarse con ellos de manera provechosa.
Técnica 6. “Valorar el poder del perdón”.
Una lección valiosa que la vida nos enseña es la de aprender a perdonar. Cuando perdonamos a alguien que nos ha tratado injustamente, no quiere decir que le absolvemos de su responsabilidad. Cuando se perdona uno mismo se libera de la amargura y de la rabia. El rencor y el resentimiento, por el contrario, nos mantienen aferrados a la rabia y a la amargura. El perdonar aumenta en nosotros en el poder del control en situaciones desagradables. El más fuerte es quien sabe cuándo no hay que pelear.
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