Hay viviendas que sorprenden por los detalles, otras por la decoración o la distribución, creo que no me equivoco si digo que esta sorprende por todo. En primer lugar por el tamaño reducido, 62 m² y aún así muy bien aprovechados, con gran altura al techo y grandes ventanales que duplican el espacio.
La distribución completamente diáfana ayuda si cabe a multiplicar esa amplitud. Las zonas de trabajo o descanso están por eso bien definidas con ayuda del mobiliario y los accesorios, (salón, cocina, hall, dormitorio…), nada ocupa un lugar al azar.
Todos los elementos de esta vivienda parecen estar pensados para aprovechar la luz natural desde la decoración en colores claros y neutrales al diseño de interiores, creando en conjunto una atmósfera relajada y acogedora, llena de matices nórdicos. ¿Qué os parece, os gusta? ¡Feliz martes!
Vía: Stadshem