Los datos de la Encuesta de Población Activa (EPA) correspondientes al primer trimestre de 2013 son estremecedores. El paro en España supera por primera vez los seis millones. El desempleo alcanza a 6.202.700 personas y la tasa al 27,16% en el primer trimestre. El número de parados aumentó en 237.400 personas. Es el éxito de las políticas de austeridad propugnadas por la Troika y aplicadas servilmente por el Gobierno del Partido Popular. El vencedor en las últimas elecciones con la promesa de acabar con el paro.
Según los datos desvelados hoy por el Instituto Nacional de Estadística, hasta el mes de marzo 6.202.700 ciudadanos estaban sin empleo, lo que supone un incremento de 237.400 parados más. El número de personas ocupadas también ha disminuido dramáticamente, reduciéndose en 322.300 hasta los 16.634.700. La tasa de actividad es del 59,68 %. Es obvio que las espeluznantes cifras del paro en España no pueden atribuirse en exclusiva al actual Gobierno del Partido Popular. Las elecciones tuvieron lugar 20 de noviembre de 2011, y por lógica extensión, las cifras del paro registrado por la EPA al terminar 2011, 5.273.600 desempleados, constituyen la peor parte de la herencia socioeconómica del anterior gobierno del PSOE presidido por Rodríguez Zapatero.
Pero la herencia, al fin y al cabo, es de quien la acepta. Y no vale seguir escudándose en ella para justificar el rotundo fracaso de las políticas del Partido Popular. Una formación que en su día derrochó demagogia a raudales presumiendo de su capacidad para acabar con el desempleo. Recordemos al Mariano Rajoy, ese político que antes de convertirse en silente ectoplasma ofreció en su programa electoral:
Un proyecto ilusionante en el que la generación de empleo y de oportunidades, la equidad, la movilidad social y el compromiso con el bienestar serán los elementos clave para poder afrontar juntos y con garantías de éxito las imprescindibles reformas económicas que España necesita para recuperar la senda de la prosperidad.
[...] La creación de empleo será la clave para que todos los ciudadanos puedan hacerse dueños de su propio futuro y de los nuevos espacios de libertad. Ese será el compromiso de nuestro gobierno.
[...] Con una clara estrategia y con visión de futuro para España superaremos la ruinosa herencia recibida. La recuperación del potencial de crecimiento de la economía española, mediante una completa agenda de reformas que modifique las estructuras económicas del país, será la tarea prioritaria de un nuevo proyecto político comprometido con el bienestar. Crecer más, y hacerlo sin desequilibrios, nos permitirá mejorar las expectativas de futuro, generar confianza e impulsar un ciclo virtuoso de crecimiento y empleo. Esto es lo que necesitan los españoles, sobre todo la generación de jóvenes que hoy están expulsados del mercado de trabajo.
Tras esa música celestial con la que el PP consiguió encandilar a 10.830.693 electores en los últimos comicios, una cifra superior a la de los que, deberían ser sus votantes "naturales", los conservadores han ido enseñando por fin la patita de animal depredador que es la clave de este aumento del paro. Una reforma laboral a la medida de una patronal insaciable y un continuo recorte de la cobertura social de los desempleados. Todo ello, en línea con la famosa teoría del puercoespín que preconiza la FAES, el laboratorio de ideas precarias presidido por el ex presidente José María Aznar.
Y ahora, van a por los pensionistas.