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A veces quieres (y quieres mucho) y, aun así, no puedes, pero quizá puedas darle la vuelta a las cosas, adaptarte, transformarlo todo.
A veces es mejor no tratar de saltar los obstáculos porque podemos dejarnos los dientes en el empeño y, quizá, si pensamos, descubrimos la manera de esquivarlos... ¡Y sin despeinarnos!

A veces las cosas no son como esperabas, y te frustras. Y resulta que al final son incluso mejores.

Al final, va a ser que es verdad eso de que "crisis" significa oportunidad. Sólo hay que estar bien atento, y currar, currar mucho.

Para mi prima María y su recién estrenado esposo, Jose, con todo nuestro cariño.