Desde hace años se han estado tomado medidas para reducir el consumo de grasas trans.
En 1999 se propuso que los fabricantes indicaran el contenido de grasas trans en las etiquetas y en 2006 esta norma entró en vigor, por ello muchos fabricantes redujeron considerablemente las cantidades de grasas trans en sus productos alimenticios.
No obstante, hay muchos alimentos que contienen grasas trans y que, en caso de que entrase en vigor una legislación que las prohibier, sus fabricantes deberían modificar la forma que los producen, algo que aumentaría sus costos, ya que este tipo de grasas son muy baratas y accesibles.
La Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición (AESAN), dependiente del Ministerio de Sanidad, indica que pueden contener grasas trans los siguientes alimentos: “caramelos, galletas, helados, margarina, palomitas de microondas, pastelería industrial, productos de bollería industrial, productos precocinados (empanadillas, croquetas, pastas, pizzas), salsas, aperitivos dulces y salados y muchos productos tipos fast-food”.
Este organismo señala que, para saber si efectivamente las tienen, hay que buscar en la etiqueta de esos productos la expresión ‘grasas hidrogenadas o parcialmente hidrogenadas’, que es a lo único que obliga la legislación nacional vigente a la industria alimentaria. De este modo indirecto las identificaremos, pero no sabremos qué cantidad contienen, un factor clave, como evidencian los resultados científicos en base a los cuales diversos países han impulsado políticas restrictivas.
La Organización Mundial de la Salud recomienda que su consumo no supere el 1% de la ingesta energética total.
Lista de los 7 alimentos que NO deberíamos tener en nuestra despensa:
1. Galletas saladas, dulces, pasteles congelados y otros alimentos horneados
Estos productos generalmente contienen grasas trans (grasas a las que se le agregan átomos de hidrógeno para hacerlo sólido) con la intención de hacerlas más ligeras y menos "aceitosas".Simplemente habría que sustituir esas grasas trans por grasas buenas, el problema es que éstas son más caras, el alimento seguiría conteniendo grasas si bien, al ser de calidad, no tienen tantos riesgos y son más saludables.
2. Palomitas de maíz para el microondas
Las grasas trans o sólidas que se utilizan en estos productos son a efectos de su conservación. Para sustituirlos, lo mejor es recurrir a la manera tradicional, es decir, prepararlas con aceite líquido en casa, de esta forma sabrás qué tipo de aceite estás utilizando y la cantidad.Cuanto más líquida sea la grasa, menos manipulada, por lo que el aceite de oliva o de girasol son aptos para este caso y no son trans.
3. Pizzas y productos congelados
Algunos productos congelados contienen grasas trans para prolongar su duración. Los expertos sugieren iniciar la práctica de comprar los productos frescos y congelarlos en casa.Si bie, existen alimentos congelados que no las contienen, por lo que debemos leer las etiquetas y seleccionar el más adecuado.
4. Mantecas vegetales y margarinas en barra
Cambiar el aceite vegetal líquido en sólido requiere un cambio químico. Por ello, se recomienda que los consumidores usen mantequilla en lugar de margarina porque, aunque de origen animal, es mejor metabolizada por el cuerpo.La margarina y otros tipos de grasa sólida es preferible no usarla, mejor sustituirla por aceite de oliva.
5. Cremas para café
A pesar de que también existen versiones de este producto sin grasa trans, los médicos insisten en que se pueden usar sustitutos menos dañiños.Se puede cambiar por leche natural en sus variedades (entera, semi, desnatada, sin lactosa, etc.) o vegetales (soja, almendra, etc.)
6. Productos de masa refrigerada
En estos productos, el uso de las grasas trans tiene dos cometidos, la conservación y la suavidad de la masa, por ello, sería factible para los fabricantes utilizar otros tipos de aceite en su producción, si bien esto supondría una modificación en sus costos.7. Glaseados listos para usar
Los glaseados "listos para usar" son utilizados usualmente en repostería y contienen grasas trans que los mantienen sólidos y estables por más tiempo a temperatura ambiente.A pesar de que las empresas están buscando sustitutos que mantengan la consistencia, está claro que la mejor opción es hacer el glaseado en casa sabiendo qué productos estamos utilizando.
Otros peligros
Gracias a las etiquetas en vigor desde 2006, es posible saber la cantidad de grasas trans que contienen los alimentos empaquetados.
Tenemos que estar atentos a los productos en los que las grasas trans no están especificadas, como los que se venden a granel, la pastelería y las papas fritas en los restaurantes.
Además de ello, debemos añadir que la solución al problema de salud y obesidad de la población no radica solo en las prohibiciones.
Habría que hacer modificaciones importantes en los hábitos de consumo, como leer las etiquetas, no reutilizar los aceites y medir las cantidades.
Si bien, además de cuidar de que los alimentos que consumimos carezcan de grasas trans o bien contengan lo mínimo, es importante evitar los excesos, ya que si se consume más cantidad de lo que realmente se requiere, las consecuencias negativas apareceran igualmente.