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7 Cajas (Juan Carlos Maneglia, Tana Schémbori, 2.012) – VOSEFicha:
Título Original: 7 Cajas.
Directores: Juan Carlos Maneglia, Tana Schémbori.
Guionista: Juan Carlos Maneglia.
Intérpretes: Lali González, Celso Franco, Víctor Sosa, Tito Jara, Nelly Dávalos, Nicolás García, Junior Rodríguez Rebollo, Roberto Cardoso, Luis Gutiérrez, Atil Closs, Liliana Álvarez.
Productores: Maneglia Schémbori Realizadores.
Fotografía: Richard Careaga.
Música: Fran Villalba.
Montaje: Juan Carlos Maneglia, Juan Sebastián Zelada.
Diseño de Producción:
Diseño de Vestuario:
País: Paraguay.
Lugares de Rodaje: Asunción (Paraguay).
Fechas de Rodaje:
Año: 2.012.
Duración: 100 minutos.
Edad: No recomendada para menores de 16 años.
Género: Acción, Drama, Suspense.
Distribuidora: Vértigo Films, S. L.
Estreno: 01-05-2.013.
WEB Oficial: Web Oficial de la película en España, Sitio Oficial.
Espectadores: 0.
Recaudación: 0 €.
Calificación: 7,401.
Sinopsis:
Víctor, un carretillero de 17 años que trabaja en el famoso Mercado 4 de la ciudad de Asunción, se distrae imaginando ser famoso y admirado en la televisión de un puesto de ventas de DVD en pleno Mercado 4, lo que causa la perdida de un cliente a manos de otro carretillero que se le adelantó. El mundo del mercado es hostil, competitivo y hay miles como él esperando llevar las compras de los clientes a cambio de una pequeña remuneración. Victor entiende que necesita moverse para conseguir algo de dinero ese día. Entonces recibe una propuesta algo inusual, transportar 7 cajas de las que desconoce su contenido, a cambio de la mitad de un billete rasgado de 100 dólares. La otra mitad del dinero se le entregaría cuando éste termine su trabajo. Con un teléfono móvil en préstamo, que utiliza el contratista para ir marcando por cual calle trasladarse, Víctor emprende el viaje. Cruzar las 8 manzanas que cubre el mercado parecía fácil pero las cosas se le van complicando: Le roban una caja, pierde el teléfono móvil y la policía rodea el mercado buscando algo que él ignora por completo. A esto se suma un grupo de carretilleros dispuestos a escoltar las cajas por una suma ínfima de las ganancias. Sin saber, Víctor y sus perseguidores se van involucrando en un crimen del que no saben nada: la causa, la víctima y el victimario. A medida que cae la noche Víctor entiende que ahora es cómplice de algo demasiado delicado y peligroso. La necesidad entonces le obliga a correr, a gritar, o simplemente a callar.
Crítica:
06-05-2.013 – JOSU EGUREN
Rodar y rodar
Podríamos discutir si existe una cinematografía propia en un país que apenas ha exportado dos películas en los últimos diez años -la excepcional “Hamaca paraguaya”, de Paz Encina, y “7 cajas”, de Tana Schémbori y Juan Carlos Maneglia-, pero no existe discusión posible sobre cuál es el motor de un filme en el que Maneglia -autor de la dirección técnica- explota todos los recursos visuales a su alcance. Rodar y rodar, describiendo círculos concéntricos, a la caza de un cebo argumental que exprime la teoría del ‘macguffin’ hasta sus últimas consecuencias.
“7 cajas” no tiene otro sentido que aquel que se expresa a través de las motivaciones de su protagonista, un carretillero obsesionado con la idea de conseguir un teléfono móvil con cámara de vídeo incorporada, lo que anula el sentido de los comentarios críticos que se derivan de su aparatosa escenografía social. Transitando escenarios conocidos -imposible no asociar el horizonte de “7 cajas” con los de “Ciudad de Dios” y otros westerns de las favelas-, Maneglia y Schémbori preparan una coartada para que la cámara luzca la habilidad del operador en el rodaje de travellings y planos secuencia.
Entre otros referentes, los directores se miran en el espejo de la carrera de cuádrigas fotografiada por Robert L. Surtees para William Wyler (“Ben-Hur”, 1.959) con la única intención de componer un ‘thriller’ adrenalínico con la potencia de un “Bullit” (Peter Yates, 1.968) de baja cilindrada. “7 cajas” va o viene de ninguna parte, pero interesa, a pesar de que el guion apriete el ánimo del espectador con escenas que delatan la formación publicitaria de Juan Carlos Maneglia. Nadie protestó cuando fue reconocida con el Premio de la Juventud en el Festival de Cine de San Sebastián, a pesar de que su naturaleza entra colisión con la necesidad de fundar una identidad nacional en uno de los países más cinematográficamente subdesarrollados de toda Latinoamérica.