Siete consejos para fotografiar pan, hecho en casa o comprado, que harán de tus imágenes, las más apetecibles. Siete consejos de estilismo, técnica y edición que te ayudarán en la tarea ¡Sencillos y fáciles de llevar a cabo!
1.- Este es uno de esos raros casos en fotografía culinaria, en el que las prisas no van a ser una fuente de estrés (el pescado que se reseca, la fruta que se oxida, el helado que se funde…). Nuestros panes, a no ser que pasemos varios días llevando a cabo la misma sesión de fotos con el mismo pan, van a tener el mismo aspecto a lo largo de la sesión, así que el primero consejo es tomarlo con más calma que de costumbre ¡Y es un detalle a tener muy en cuenta! Sin prisa, pero sin pausa.
2.- En fotografía culinaria, es importantísimo potenciar y poner de relieve las distintas texturas de los alimentos. Afortunadamente, el pan, disfruta de preciosas y marcadas texturas, tanto en la corteza, como en la miga. Revaloricémoslas con una bonita luz lateral natural, que nos ayudará a potenciarlas al máximo posible. Eso sí, si queréis crear un ambiente más luminoso, la luz trasera y bien matizada, puede resultar estupenda.
3.- Y siguiendo con el esquema de iluminación ¿Os habéis dado cuenta lo que favorece al pan un bonito claroscuro? Servíos de barreras para la luz natural lateral y reflectores negros que acentúen aún más las sombras para fotografiar pan ¡No falla!
4.- Particularmente me gusta que el pan, tan bello, sea el protagonista absoluto de la fotografía. Pocos complementos y bien elegidos, pueden ser un acierto.: tablas de madera, cuchillos de sierra, telas en colores neutros (gasas blancas, linos en color tierra) o telas rústicas y campestres (vichy en rojo o azul, estampados muy ligeros y colores empolvados…), espigas de trigo, mantequilla, queso, hierbas (¡Me vuelve loca el pan casero con romero!), aceite de oliva (cuyo color dorado le sienta de maravilla)…
5.- El pan se ve tremendamente favorecido acompañado de superficies oscuras y rústicas (maderas viejas, piedras negras o grises, superficies con texturas y colores desgastados…), y el contraste del dorado del pan, un fondo negro y un precioso claroscuro, puede ser espectacular.
Y si queréis, podéis incluir el elemento humano en vuestras fotos (cortando el pan, unas manos sujetando el pan recién sacado del horno y envuelto en algún trapo o tela para “no quemarse”, el proceso de amasado…). Y me imagino que el resultado es tan bueno por la estrecha relación del hombre con su alimento base a lo largo de los siglos. En mi tablón de Pinterest de fotografías de pan, podréis ver algunos bellos ejemplos
Los hay, que hasta les gusta fotografiar el pan que vuela y la harina que salta por los aires. Un vicio como cualquier otro…
Para la creación de esta fotografía, me hizo falta la ayuda de mi hijo mediano, que se dedicó a estrellar el pan contra una montaña de harina sobre la superficie de madera que estaba debajo. Mientras ,yo apretaba el disparador de mi cámara en el modo de ráfaga rápida. Hicimos muchas y muchas más tomas, hasta conseguir el efecto que deseábamos, y aún así, no estoy excesivamente contenta con el resultado. Lo pasamos estupendamente bien, aunque todavía hoy, puedo encontrar algo de harina en algún rincón escondido de mi despacho-estudio..
7.- No olvidéis, en la edición, acentuar el aspecto crujiente de su corteza aumentado la claridad y el detalle con Lightroom o ACR. Un buen filtro licuar, para ligeros retoques de forma, puede ser también un buen aliado. Y si queréis darle un plus de color, aumentad ligeramente la saturación del rojo con una capa de ajuste de corrección selectiva de color.
¡El último y mejor consejo para fotografiar pan!
¡Aprended fotografía culinaria! Y si todavía no sabéis como hacerlo, os espero el día 27 de junio de 2016 en el curso online de fotografía culinaria, iniciación Con las manos en la cámara.
Y para que nos os falte información, haced clic en este enlace ¡Miles de gracias a todos por vuestra visita y atención!
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