En la actualidad es frecuente encontrarse con padres y madres desesperados porque sus hijos/as no comen, comen mal o que no disfrutan con la comida. Pero esto no es algo fortuito, algo que surja de la nada o que venga en los genes. Para conseguirlo hay que currárselo. A continuación voy a exponer una serie de consejos para todos aquellos que quieran que sus hijos/as renieguen del hábito de la comida:
- Riñele cada vez que se niegue a comer. Pasa toda la hora de la comida hablando sobre lo mal que come y si puedes, compáralo con otro amigo/a que come bien, esto suele funcionar. Convierte el momento de la comida en el ojo del huracán.
- Si no quiere comerse el plato de comida, pónselo luego para la merienda, si no para la cena, si no para el desayuno. Ya se lo comerá. ¿Qué madre no ha hecho eso con sus hijos/as? y, segundo, ¿a cuantas le ha funcionado?, ah..., que ¿a pocas? Bueno pero siempre podrás hacer de la comida pulso entre tu y tu hijo/a, ¡a ver quien gana!
- Ponle platos de comida abundantes, tanta que no se la pueda comer, así tendrá la sensación de que nunca será capaz de terminarse los platos y se aburrirá al máximo. ¿Os acordáis de cuando se nos hacía "bola"? ¡pues con este consejo se consigue!. Se tiene que alimentar bien, cómo decía mi abuela "un niño/a que no es rollizo no es niño bien alimentado". Si le pones la comida justa o poca comida puede ser que pida repetir y se sienta bien por terminar el plato, cosa que no buscamos.
- Que no participe a la hora de hacer la comida o en el proceso de la elaboración, ni tampoco a la hora de poner la mesa. Puede ser que tu hijo se interese y pueda probar alimentos nuevos, ¡una locura!. Además ¿para qué vas a compartir tiempo con tu hijo/a?, mejor que se quede jugando en la habitación.
- Come antes o después que tu hijo/a. Si puede ser estate pendiente de ÉL y dale de comer en la boca aunque no tenga edad. Evita sentaros en la mesa, el sofá puede que esté bien. Ni se te ocurra comer todos juntos, puede ser que habléis de otras cosas diferentes de la comida y todo sea más relajado. NADA MÁS LEJOS DEL OBJETIVO DE ESTA ENTRADA.
- Ponle al alcance golosinas y galletas. Así si no ha comido bien o lo que debía comer, luego, entre horas podrá picar. Esto es perfecto para que no llegue con hambre a la siguiente hora de comer. Y ¿que pasa si llega con hambre a la cena?, puede que coma con más gusto...
- Por último, y no por eso menos importante, convierte la comida en un tema de discusión con su padre/madre, así, creando polémica. Si es posible que esté tu hijo delante, no falla. "Que si tu hijo no come y la culpa es tuya,..." "Que si no le hagas otra comida..." "Que si se va a quedar escuchimizado..." Si hay tensión conseguiremos que tu hijo/a se sienta el centro de atención y se le olvide que debe comer, justo lo que buscábamos ¿no?