Revista Coaching

7 cosas en las que deberías insistir sin importar lo que la gente diga

Por Juan Carlos Valda @grandespymes

Hace unos 15 años, tuve un encuentro conmigo mismo. Me senté en la biblioteca un sábado por la mañana y leí cientos de hojas de mi diario. Específicamente, estaba buscando todas las metas y visiones del futuro incumplidas que había anotado con los años. Y no pasó mucho tiempo antes de darme cuenta de que todo el curso de mi vida, hasta ese momento, había sido producto de las opiniones y decisiones de otras personas. Todos los días estaba simplemente yendo con la corriente, y haciendo lo que "se supone" que debía hacer, en vez de lo que era correcto para mí.

Volviendo a hoy, y mientras me despertaba esta mañana, me maravillé con mi vida. Donde alguna vez desperté con temor ante la idea de un nuevo día, ahora despierto con entusiasmo para empezar; agradecido de estar haciendo lo que estoy haciendo con mi vida. Estoy tan contento de haber hecho lo que tenía que hacer, haber luchado contra los tiempos difíciles y temores, y haber reajustado mi vida con las actividades e ideales que me hacen sentir vivo.

Te digo esto porque sé que la vida puede ponerse muy loca de vez en cuando. A veces estamos tan ocupados que olvidamos lo importante que es escucharnos a nosotros mismos, en lugar de a los demás. Pero estoy feliz de poder decirte que las cosas pueden cambiar si así lo quieres, a cualquier edad.

Del mismo modo que yo pude darle la vuelta a las cosas por mí mismo, conozco a cientos de otras personas que hicieron lo mismo. A través de una década como coaching de vida, fui testigo de muchas personas reinventándose a sí mismos sin importar la edad; comenzar una familia a los 48, graduarse de la universidad a los 57, empezar una empresa exitosa a los 71, y así sucesivamente.

¿Cómo lo hicimos? Insistimos en lograr cambios, y los logramos.

Por encima de todo, lo que necesitas recordar es que la felicidad depende de nosotros mismos, y que hay algunas cosas en la vida que tienes que insistir en hacer, no importa lo que los demás digan sobre ello. Por ejemplo, tienes que...

1. Insistir en vivir tu vida a tu manera.

La mayoría de nosotros no fuimos educados para buscar activamente nuestro destino. Puede que ni siquiera hayamos sabido que teníamos uno. Siendo niños, nunca se nos dijo que teníamos un lugar en la vida que era únicamente para nosotros. En lugar de eso, se nos animó a creer que nuestra vida debería cumplir de alguna manera las expectativas de los demás, que debíamos encontrar nuestra felicidad exactamente como ellos encontraron la suya. En vez de enseñarnos a preguntarnos quiénes somos, nos entrenaron para pedirles permiso a los demás. Estamos, en efecto, educados para vivir las versiones de vida de otras personas.

Cada día está diseñado y desarrollado según lo dicho por alguien más! Y entonces, un día, cuando nos liberamos para examinar nuestros sueños, y tratar de cumplir nuestras propias expectativas, vemos que la mayoría de nuestros sueños no se cumplieron porque creíamos (y los que nos rodean creen) que lo que queríamos estaba fuera de nuestro alcance. Es hora de olvidar estas mentiras y hacer cambios. Se necesita valor para crecer más sabio y llegar a ser quien realmente eres. Y hoy es el primer día del resto de tu vida.

2. Insistir en deshacerte de lo que ya no pertenece a tu vida.

Hay muchas cosas que puedes dejar de lado en la vida sin perder nada. Se llama crecimiento. Dejar ir lo viejo deja espacio para lo nuevo. Dejar ir lo que no funciona, deja espacio para lo que sí lo hará. Cuando el dolor de aferrarse a algo es peor que el dolor a dejarlo ir, es el momento para dejarlo ir y crecer. En otras palabras, empieza a deshacerte... de los hábitos, las rutinas y las circunstancias que te están reteniendo. No puedes descubrir nuevos océanos a menos que construyas el valor suficiente para perder de vista la vieja y conocida costa. Sé valiente. Sigue tus valores. Haz cambios. Atrévete a ser diferente. Y no tengas miedo de que te guste.

3. Insistir en hacer de tu pasión una prioridad.

El propósito es la razón de tu viaje. La pasión es el fuego que ilumina tu camino. Sin pasión, es imposible progresar. El corazón de la excelencia humana comienza a latir cuando descubres una actividad que te absorbe, te libera, te reta, y te da propósito.

Algunos se resisten a este hecho y creen que la pasión es sólo pelusa. Bueno, eso es una tontería! Honestamente, las personas más tristes que conocí en mi vida son las que no tenían ninguna pasión por nada en absoluto. La pasión y la satisfacción van de la mano, y sin ellas, cualquier felicidad es sólo temporal, porque no hay nada significativo detrás de ella para que la haga durar.

Así que recuerda, si no puedes poner tu corazón en ello, sal de ahí. Sólo las pasiones (grandes pasiones) pueden elevar el alma a grandes alturas. Si alguna vez hubo un momento para seguir tu corazón y hacer algo que te importe, ese momento es ahora.

4. Insistir en trabajar duro por lo que más quieres.

A veces tienes que crear lo que deseas ser parte, desde cero, tendrás que trabajar más duro que nunca para conseguir más de lo que nunca soñaste. Sé un soñador. Sé un hacedor. Conoce lo que es verdaderamente importante para ti y por qué. Entonces actúa en ello con todas tus fuerzas. Los sueños no simplemente se vuelven mágicamente en realidad; Requieren de mucha determinación, sudor y trabajo duro.

Y recuerda, las circunstancias difíciles no duran; La gente dura sí. La mayoría de los obstáculos se desvanecen cuando fijamos nuestras mentes para marchar decididamente a través de ellos. Si tienes un fuerte compromiso con tus metas y sueños, y despiertas cada mañana con una pasión ardiente para trabajar por ellos, todo es posible. Así que atrévete a vivir la vida que soñaste para ti mismo. Sigue adelante y haz tus sueños realidad.

5. Insistir en decir lo que necesita decir.

Dr. Seuss dijo una vez: "Sé quien eres y di lo que sientes, porque a los que les molesta no importan, y a los que importan no les molesta." Hay mucho de verdad en esta afirmación.

Sé cordial y razonable, por supuesto, pero no trates con cuidado cada palabra que digas. Deja tus preocupaciones por lo que los demás puedan pensar a un lado y di lo que tengas que decir. Deja que las consecuencias de hacerlo se desenvuelvan naturalmente. Descubrirás que la mayoría de las veces nadie se ofenderá ni irritará en absoluto. Y si se molestan, probablemente sea sólo porque dijiste algo importante que llamó su atención y les obligó a pensar de manera diferente.

En pocas palabras: Cuando no hablas, hay un montón de cosas importantes que nunca dices. Y al final, no existe mayor tristeza que retener las palabras que nunca te animaste a decir.

6. Insistir en no prestarle atención a las opiniones y los prejuicios de los demás.

Cuando empecé a escribir en este blog, agonizaba por saber si las personas considerarían que lo que estaba escribiendo era lo suficientemente bueno. Esperaba desesperadamente que les gustara, y muchas veces me sorprendía a mí mismo imaginando que no lo hacían. Entonces, un día, me di cuenta de la cantidad de energía que estaba desperdiciando preocupándome por ello. Así que gradualmente aprendí a relajarme con simplemente no saberlo.

Algunos problemas de la vida, como no saber lo que los demás piensan de ti, realmente no están destinados a ser resueltos. Cómo las personas te perciben puede tener más que ver con ellos que contigo de todos modos. Incluso puede que les agrades o no, simplemente porque les recuerdas a alguien que les agradaba o disgustaba en su pasado, lo cual no tiene absolutamente nada que ver contigo.

Así que aquí tienes un nuevo mantra para ti; dilo, y luego dilo de nuevo: "Esta es mi vida, mis elecciones, mis errores y mis lecciones. Mientras no dañe a nadie, no necesito preocuparme por lo que los demás piensen de mí."

7. Insistir en ser lo raro/a que eres.

Es la naturaleza humana tratar de imitar a otros seres humanos que miramos (tal vez a una figura parental o una celebridad) especialmente cuando nos sentimos inseguros en nuestra propia piel. Pero tratar de ser alguien más siempre nos deja una sensación de vacío en el interior. ¿Por qué? Porque lo que apreciamos de las personas que admiramos es su individualidad, las cualidades que los hacen únicos. Para realmente copiarlos, tenemos que desarrollar nuestra propia individualidad, y de esa manera, seríamos realmente menos como ellos y más como nuestro verdadero ser.

Todos tenemos manías y rarezas. Cuanto más te relajes con tus diferencias, más cómodo te sentirás con ser tú mismo. Celebra ser diferente, fuera de lo común, un poco extraño/a... tu propia creación especial. Si te sientes como un pez fuera del agua, busca por todos los medios un nuevo río para nadar, pero no cambies quien eres, sé quien eres.

Publicado originalmente en TrucosParaVivirMejor.com

Volver a la Portada de Logo Paperblog