A diario millones de personas al rededor del mundo se sumergen en actos de pecado como la pornografía que los ata de pies y manos por completo. Salir de ahí se vuelve la odisea más horrorosa de la historia.
Los cristianos también forman parte de la estadística de consumidores de pornografía al rededor del mundo. La lucha es constante y hay casos en los que han caído familias, ministerios e iglesias por causa de este pecado.
Y como aquí en Max Damián Blog estoy interesado en ayudarte en tu lucha contra el pecado sexual, quiero hoy compartir contigo estas 7 cualidades que debes desarrollar para vencer la pornografía y/o cualquier otro pecado de tipo sexual.
No te des por vencido sin haber peleado la batalla. Dios está de tu lado y él te ha provisto de espíritu de valentía, amor y dominio propio. ¿Empezamos?
1.- Obedecer la Palabra de Dios.
¿Recuerdas la primera vez cuando tomaste la decisión de estudiar tu carrera profesional? Estabas tan motivado que prometiste que jamás permitirías desaprobar alguna materia. Lo hiciste y comenzaste a sobresalir de entre tus compañeros.Al ir pasando los meses y los semestres de estudios puede que hayas tenido algún bajón en tus calificaciones, pero tan pronto recordabas la promesa que hiciste al inicio de todo volvías al camino y te recuperabas de inmediato.
Esto fue lo mismo que hizo el rey David cuando propuso en su corazón obedecer la palabra de Dios.
En el Salmo 119:9 David se pregunta ¿Con qué limpiará el joven su camino? y su respuesta es: Con guardar tu palabra.
Dicho de otra forma David está reconociendo que solo el guardar y obedecer la palabra de Dios mantendrá su vida (camino) limpia para agradar a quien lo tomó por promesa.
En esta lucha por vencer la pornografía y cualquier pecado sexual la primera cualidad que debes desarrollar es la de obedecer a la palabra de Dios.
David lo entendió y lo expresó en el Salmo 119:11: "En mi corazón he guardado tus dichos, para no pecar contra ti".
Por ello, obedecer la palabra guardará tu vida de pecar contra Dios y mantendrá tu camino limpio de manera constante para ser aprobado por Dios.
2.- Memorizar la Palabra de Dios.
Notamos en el versículo 11 del Salmo 119 que David ejecuta uno de los ejercicios más valiosos que debes poner en práctica: La memorización de la palabra de Dios. «En mi corazón he guardado tus dichos, para no pecar contra ti.»Al llegar a esta segunda cualidad cualquier otro puede abandonar la lucha. ¡Animo! Dios te ha dotado de un espíritu valiente (Josué 1:9), de coraje y de dominio propio.
Memorizar es algo que ya haces a la perfección: tu dirección, número telefónico, el nombre de tus amigos, y otros muchos detalles. El asunto no es la memorización, sino la motivación que te lleva a memorizar algo.
Josué Barrios en su artículo 3 estrategias para conocer mejor la Biblia nos anima a hacer lecturas largas. Leer de forma extensa, dice Josué Barrios, nos sirve para ver cosas que no veríamos leyendo la Biblia en porciones cortas como por ejemplo el tema central de un libro bíblico.
Todo creyente debería leer la Biblia por completo al menos una vez al año. Te recomiendo hacerlo desde Génesis hasta Apocalipsis para que puedas ver la Biblia desenvolverse en la pantalla de tu mente.
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Así que es momento de iniciar con tu proceso de memorización bíblica. ¿Cuál es la motivación para hacerlo? Arrancar por completo de tu vida la adicción a la pornografía y/o el pecado sexual.
3.- Aprender la Palabra de Dios.
El verdadero aprendizaje ocurre cuando Dios te enseña la Biblia. De otro modo, el aprendizaje se torna en un mero ejercicio intelectual.¿Por qué hago mención de esto? Porque puede que estés empezando a memorizar la Biblia solo por un mero cumplido, y no porque has fijado una relación con Dios.
El corazón se fija para obedecer la Palabra, se ejercita para memorizar la Palabra y se disciplina para aprender la Palabra de Dios. Pablo comprendía que el conocimiento por sí solo, sin el amor de Dios en el corazón, sólo sirve para envanecernos.
¡Camada de víboras! ¿Cómo podrían hombres malvados como ustedes hablar de lo que es bueno y correcto? Pues lo que está en el corazón determina lo que uno dice. Una persona buena produce cosas buenas del tesoro de su buen corazón, y una persona mala produce cosas malas del tesoro de su mal corazón. (Mateo 12:34-35)
Examínate por completo y redirige tu motivación para aprender la palabra de Dios. La Biblia no es un "manual" como todo el mundo lo ha catalogado, es la palabra viva que nuestro creador.
4.- Hablar la Palabra de Dios.
No aprenderás algo de manera completa hasta que te toque enseñarle a otro. Cuando realizas el ejercicio de compartir con otros lo que has aprendido te retroalimentas y expandes tu conocimiento.El Apóstol Pablo dijo: «Lo que has oído de mí ante muchos testigos, esto encarga a hombres fieles que sean idóneos para enseñar también a otros». Este versículo describe el discipulado bíblico.
La enseñanza no solo le compete a los pastores o lideres de la iglesia, también le compete a todos los creyentes.
El hablar (compartir) la palabra de Dios involucra un contacto de corazón a corazón, de vida a vida. Es transmitir la verdad divina desde tu corazón para ser el medio de cambio de otras vidas.
¡Vamos, da el primer paso! Comparte lo que vas aprendiendo de la Biblia con quienes te rodeen. Forma grupos de estudio y discutan temas bíblicos. Esas actividades expandirán tu conocimiento por completo.
5.- Prioriza la Palabra de Dios.
No existe persona alguna que haya tenido éxito efectivo en su ministerio sin haber tenido como prioridad la palabra de Dios.Cuando la Biblia se convierte en prioridad total estudiarla ya no es una obligación sino una delicia absoluta, tanto de día como de noche.
Es esa la característica de un cristiano en rectitud que menciona David en el capítulo 1 de los Salmos: «Sino que en la ley de Jehová esta su delicia».
Así que comienza a hacer a un lado todo aquello que es prioridad para ti pero no bendición. Si quieres deshacer por completo de tu vida la pornografía o el pecado sexual, la palabra de Dios debe ser tu prioridad.
¿Te atreverías a amar la Palabra de Dios lo suficiente para regocijarse más en la Biblia que en cualquier otra cosa de la vida? En la Palabra de Dios conocemos a Dios.
6.- Contemplar la Palabra de Dios.
Esta cualidad tiene que ver con la meditación de la palabra de Dios. Cuando de manera constante estés hablando la palabra más sentirás el reto de reflexionar en ella.Al compartirla y hacerla prioridad estas marcando un estilo de vida que te llevará a querer saber de forma continua como es que la palabra de Dios se aplica a todas las áreas de tu vida.
Acerca de la meditación de la palabra de Dios Josué recibió la siguiente indicación:
Procura que nunca se aparte de tus labios este libro de la ley. Medita en él de día y de noche, para que actúes de acuerdo con todo lo que está escrito en él. Así harás que prospere tu camino, y todo te saldrá bien. (Josué 1:8 ─ RVC)
Desarrollar esta sexta cualidad no va a ser fácil, pero en cuanto seas constante se volverá un habito en tu vida diaria. Y empezarás a llenar tu mente de la palabra de Dios y no habrá en ella espacio para el pecado.
7.- Recordar la Palabra de Dios.
Si la palabra de Dios es una delicia, y uno una obligación tediosa, te sentirás motivado a recordar. Sin embargo, aun nuestras mejores intensiones requieren ayuda práctica.Recordar la palabra de Dios será el arma poderosa que te ayudará a destruir toda cadena de pornografía y pecado sexual que ate tu vida. Esto es lo que anhelaba cada día el rey David (Salmo 119:11).
Para aprender a recordar la palabra haz apuntes al escuchar la enseñanza y predicación de la biblia y al estudiarla. Transfiera los mejores y más concisos apuntes a los márgenes de tu Biblia.
Al hacerlo, estas poniendo señales y linderos que te ayudarán a recordar. De esta manera le ayudarás a tu corazón a estar más apegado a las palabras de su creador.
En Conclusión.
Como verás, cada una de estas cualidades tienen que ver con la palabra de Dios porque es solo ahí donde encontrarás el rescate de tu vida de cualquier pecado que te encadena.Podrías aprender rutinas que te enseñen a ocuparte en otras cosas y así ir dejando tu consumo de pornografía, pero si no comienzas a llenar tu mente y corazón de la palabra de Dios todo esfuerzo será en vano.
Es la palabra de Dios la única fuente de rescate para tu vida. En ella se encuentra la historia de hombres que vencieron grandes adversidades y tentaciones tomados de la mano de Dios. Te aseguro que tú no serás la excepción.
Haz la palabra tuya, habla de ella, memorizala, reflexiona, ponla en primer lugar, y tu vida irá cambiando poco a poco hasta tener el corazón limpio y puro para Dios.
Me ha encantado escribir este artículo, y de cierto modo sigue siendo como terapia que me retroalimenta, así que espero sea de gran utilidad en tu lucha personal.
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