¿Sigues una dieta sana y baja en calorías pero no consigues adelgazar? ¿Haces deporte y cuidas tu alimentación pero aún así no notas una disminución del peso en la báscula? ¿Estás tomando suplementos para perder peso y aún así no ves resultados?
A veces, pequeños hábitos o gestos diarios que hacemos y ni siquiera nos damos cuenta, nos están impidiendo bajar de peso, ya que puede estar bloqueando la capacidad de tu organismo para poner al cuerpo en modo de quema de grasas. Veamos algunas causas:
1. No bebes agua
El agua es necesaria para tu organismo, no solamente para llevar oxígeno a tus células, y mantener hidratado tu cuerpo (acuérdate que prácticamente somos agua), sino también es buena para saciarte y llenarte, lo cual te ayudará a controlar los ataques de picoteo. Además, hay estudios que demuestran que consumir agua frecuentemente ayuda con la pérdida de peso ya que contribuye al buen funcionamiento del organismo. Otros estudios también han revelado que beber agua en lugar de refrescos ayuda en cuanto a prevenir diabetes y piedras en el riñón.
2. No te mueves
El sedentarismo es tu peor enemigo. Por mucha dieta que hagas, tienes que movilizar las grasas, fortalecer tu tono muscular y de esta manera aumentar tu metabolismo, lo cual redunda en la quema de grasas. No hace falta que te mates en el gimnasio, o realices clases agotadoras de cardio. Esto está muy bien y es beneficioso pero si tu objetivo es solo perder peso de forma moderada y no estás acostumbrado al ejercicio, te bastará con caminar unos 45 minutos al día. También puedes realizar ejercicios sencillos en casa, y no te olvides de las pesas!!! Estas te ayudarán a ganar masa muscular y cuanto más masa muscular tengas, más fácil te será perder peso.
3. No consumes grasas saludables
Está de sobra demostrado que el dicho de que todas las grasas son malas no es más que un mito. Por supuesto debes alejarte de las llamadas grasas trans, que están presentes en la mayoría de alimentos industriales como patatas fritas, galletas, bollería, pizzas envasadas, etc. Pero existen grasas saludables muy beneficiosas para tu sistema cardiovascular, que aunque son ricos en calorías, aportan nutrientes esenciales para tu organismo como son: los aguacates, frutos secos, aceite de oliva, pescado azúl, aceite de coco, semillas, chocolate negro y mantequilla de maní.
Las grasas saludables pueden ayudarte a perder peso. Sí, si, como lo oyes. Por ejemplo, las grasas poliinsaturadas como el omega 3 que encuentras en estos alimentos, ayudan a reducir la acumulación de grasas. Las grasas insaturadas como el aceite de oliva, reducen la inflamación y mejoran el metabolismo. Además, son saciantes y nos ayudan a controlar la ansiedad.
4. No comes nada antes de hacer deporte
Es contraproducente no comer nada antes de hacer ejercicio. Quizás pienses que así quemas más calorías, pero en realidad lo que estás quemando son tus músculos, y no tu grasa, ya que no tienes energía inmediata en tu cuerpo. Esto hará que pierdas masa muscular y te quedes flácido/a.Además, comer algo antes de tus entrenamientos te ayudará a tener energía y rendir al máximo.
5. No comes todos los grupos de alimentos
Seguramente habrás oído a algun vecino o amigo que debes eliminar de tu alimentación todo tipo de grasas, o quizás todos los carbohidratos, para así poder adelgazar. Pero este tipo de dietas que eliminan grupos de alimentos son un error. Lo que único que vas a conseguir es tener mayor ansiedad y no tener energía, ya que no estarás consumiendo el total de vitaminas, minerales y nutrientes que tu cuerpo necesita. Además, aunque pueda parecer que pierdes peso, una vez que vuelvas a comer «normal», te hará efecto rebote y recuperarás los kilos perdidos. Lo que debes hacer es conocer a fondo cada grupo de alimentos, qué tipo de carbohidratos debes consumir y controlar las porciones.6. No duermes bien
Hay estudios que han demostrado una relación entre no dormir las horas necesarias o tener una mala calidad del sueño con engordar o con impedir que puedas adelgazar. Para empezar si te vas a la cama más tarde, hay más probabilidades de que peques, en el sentido de comer aquello que no debes. Según un estudio del Hospital Universitario de Pennsylvania (EEUU), por la noche, antes de irnos a acostar, aumenta el apetito por los alimentos altos en calorías y los carbohidratos.
Por otro lado, se comprobó que los desvelos durante la noche pueden alterar los bioritmos normales del organismo y esto lleva a comer más alimentos ricos en grasas. También la falta de sueño también altera el equilibrio de las hormonas responsables del apetito. De hecho, dormir menos reduce la secreción de leptina, una hormona que suprime el apetito y, por el contrario, aumenta los niveles de grelina, una hormona que estimula el apetito.
7. No desayunas
Evitar el desayuno es un error garrafal. Tu cuerpo necesita ingerir alimento, al menos en la siguiente media hora después de levantarte. Sino es así, entrará en estado de ahorro y trabajará para mantener la grasa el mayor tiempo posible. Por otro lado es fundamental desayunar bien. Para ello es fundamental incluir proteínas en la mañana, pues las proteínas en el desayuno ayudan a adelgazar, ya que favorecen la saciedad y ayuda a tu cuerpo a sentir menos apetito por lo dulce. Una gran ayuda para tu pérdida de peso.¿Necesitas ideas para desayunar? Consulta estos 7 desayunos fitness ricos en proteínas y energéticos. ¿Estás cometiendo alguno de estos errores? En ese caso puede que no estés perdiendo el peso que deberías. Intenta revisar también tus horarios de comida, si ves la televisión mientras comes, tu nivel de estrés, si estás consumiendo demasiadas bebidas gaseosas, o incluso alimentos light, ya que la sacarina y el aspartamo también inducen una subida de la insulina, que pone a tu cuerpo en modo de almacenamiento de grasa.
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La entrada 7 Errores garrafales que no te dejan Bajar de Peso se publicó primero en The Fitness Apple.