por Juan Sebastian Celiz Maya
¿Sientes que en ocasiones se te va el tiempo sin saber exactamente en qué?
¿Tienes tareas o labores importantes por llevar a cabo pero nunca te alcanza el tiempo para ello?
¿Sientes que el día a día te consume?
No Tengo Tiempo. Escuchamos muchas veces.
Y lo cierto es que las personas que dicen que no tienen tiempo, precisamente no lo tienen. Pero no es que digan que no tienen tiempo porque no lo tienen, sino que es exactamente lo opuesto: No tienen tiempo, porque siempre dicen que no lo tienen.
Como todo en esta vida, la mente juega un papel súper-importante a la hora de nosotros querer desempeñarnos con nuestro máximo potencial.
Los atletas que dicen que no son capaces de romper récords porque simplemente no son suficientemente rápidos, Jamás Los Romperán.
Muchos no saben, que es gracias a la mente, que logramos o dejamos de lograr todo en esta vida. Si no fuese por nuestra predisposición (ya sea positiva o negativa) sería muy fácil decir que el éxito consiste simplemente en tomar acción.
Pero como creo que has podido evidenciar a lo largo de tu vida, la acción no es suficiente sin un buen estado mental que la refuerce y le de potencia para que, unida a tu persistencia inamovible llegue a las metas sin falla.
Vamos a ver hoy, algunos de los estados mentales más comunes que nos hacen perder tiempo como nunca hubiésemos imaginado, estados mentales que por cierto, contienen toneladas de negativismo y precisamente eso es lo que nos llevan a lograr: Resultados Negativos.
A continuación, las 7 excusas más comunes de la procrastinación (Si no sabes qué es procrastinación, simplemente considéralo como perder el tiempo que podrías estar aprovechando, postergando y dejando para después lo importante).
1. “No Necesito Hacer Eso Ahora”
Esta es una de las excusas más grandes que nos permiten perder el tiempo, de paso haciéndonos sentir un poco bien al respecto. Se puede decir que prácticamente cualquier cosa que hagamos, puede no ser necesaria hacerla ahora mismo. Podrías empezar en una hora, o quizás mañana y el impacto quizás no fuese realmente muy negativo.
Ahora bien ¿Cuál es el problema de esta excusa? Que por lo general, nunca se va de nuestra mente. Y entonces hoy no es necesario hacerlo, pero mañana tampoco. Pasan 10 días y sigue sin ser necesario, finalmente nos damos cuenta de que han pasado meses, y hasta nos olvidamos de las cosas importantes, a tal punto de que quizás, cuando ya tengamos la disposición y “el tiempo” necesario, simplemente ya no importará.
Otra forma de expresar esta excusa es diciendo cosas como: “Bueno, también podría hacerlo mañana. Hoy quiero descansar/Estoy ocupado/No tengo tiempo”. Cuando sentimos que tenemos mucho tiempo por delante para hacer lo que tenemos que hacer, tendemos a dejar todo para después y a procrastinar. El problema es que cuando llega la hora de la verdad (como por ejemplo, ese examen para el cual no estudiaste) has acumulado mucho trabajo más de lo que realmente podrías hacer en el periodo de tiempo que tienes disponible y con esto, disminuir la calidad de tus resultados.
2. “Empezaré Luego De Que…”
¿Te suena familiar?.
Algunos ejemplos típicos pueden ser:
- Empezaré luego de que lave los platos.
- Empezaré luego de que limpie mi escritorio.
- Empezaré luego de que realice mi última llamada.
- Y la peor … Empezaré luego de que termine otras cosas importantes y tenga tiempo.
Esto es procrastinación en su estado más puro. No queremos hacer las tareas más difíciles o incómodas y no concebimos el hecho de que deberíamos estar realizándolas ahora mismo, por lo que buscamos un soporte temporal bajo el cual nos escudamos diciendo que luego de terminar aquello, tentativamente iniciaremos con lo propuesto.
Una vez más, el problema con esto es que siempre puedes encontrar algo que hacer después. Siempre podrás encender el televisor, abrir el correo, revisar tus redes sociales… etc, y con esto nunca terminarás el ciclo procrastinativo. Empieza Ahora. No Más Tarde.
3. “No Es Un Buen Momento”
¿Sabes? En ocasiones realmente no es un buen momento. No sería un buen momento querer esquiar en la nieve en pleno verano, por ejemplo.
Pero más frecuentemente de lo que pensamos, esto es solamente una excusa. Lo más probable es que nunca sea un buen momento.
Por ejemplo ¿Cuándo sería un buen momento para finalizar una relación amorosa conflictiva?. Quizás nunca sea un buen momento para ello, quizás dejarse el uno al otro sea algo que ambos quieran evitar a toda costa, y quizás puedan pasar meses o años de dependencia afectiva sin que realmente llegue un momento perfecto para acabar con dicho sufrimiento.
Decir que no es un buen momento, es simplemente una justificación que buscamos para el hecho de que no estemos trabajando en lo que deberíamos.
Como seres humanos, naturalmente siempre buscamos excusarnos, e incluso muchas veces culpamos a otros de nuestros fracasos. En este caso, culpamos al momento de no ser suficientemente bueno como para nosotros estar actuando.
Si esperáramos al momento en que todo, absolutamente todo esté listo… nunca podríamos empezar.
–Ivan Turgenev
4. “No Es Realmente Tan Importante”
Nuestras metas y sueños, o nos importan o no nos importan. Vemos constantemente personas que inicial proyectos o que se plantean metas personales con gran motivación.
Vemos también cómo inicialmente parece que estos sueños o metas suelen ser en principio bastante importantes.
Sin embargo, ya sea por miedo al fracaso, pereza, o quizás porque lo que tenemos que hacer requiere de tareas incómodas, esta importancia percibida en nuestros objetivos va disminuyendo de tal forma que llegamos a racionalizar, que no es tan importante hacer lo que debemos hacer.
Con esto, una vez más, logramos justificar nuestro comportamiento y establecer las métricas de Por Qué no estamos actuando. Lo peor es que muchas veces nos justificamos a nosotros mismos, ni siquiera ante los demás para quedar bien, sino a nosotros mismos.
Con lo cual básicamente nos estamos engañando y no estamos logrando mucho que digamos.
Si realmente no fuera tan importante, en principio entonces, ni siquiera debiste tener ese objetivo o meta. No debió siquiera existir, si carecía de importancia.
Recuerda. O es importante, o no lo es. Y si no es importante, lo más probable es que nunca te hayas planteado siquiera la posibilidad. Si no parece importante ahora, es porque intentas excusarte por no estar actuando.
5. “No Tengo Los Recursos Suficientes”
Esta es una de mis favoritas y es de las que más nos encontramos en el campo del emprendimiento. Algunos ejemplos:
- No tengo suficiente información.
- No tengo suficiente dinero.
- No cuento con las habilidades necesarias.
- No soy un experto en el tema.
- No tengo la ayuda que debería.
Podemos llenar esta lista con decenas de otros recursos que en ocasiones decimos no tener, como excusa para simplemente no actuar.
Si no tenemos la información ¿Acaso no podemos buscarla?
Si no tenemos el dinero necesario… ¿Acaso no podemos intentar conseguirlo, investigar maneras de ganar dinero, conseguir inversionistas o simplemente buscar alternativas que no requieran dinero?.
Si no contamos con las habilidades necesarias ¿No podríamos entonces empezar a adquirirlas mediante la practica desde Ya?
Si no somos expertos ¿Quién o qué nos impide empezar a transitar el camino que nos llevaría a serlo?
Si no tenemos la ayuda que deberíamos ¿En qué es que fallamos que los demás no nos prestan atención? ¿Estamos agotando realmente nuestros recursos?
Recuerda. Esto son simplemente Excusas. Cuando por lo regular nos falta algún recurso de estos, contamos con montones de otros recursos. Y de hecho la mayoría de las veces contamos con recursos complementarios, mediante los cuales sería posible ni siquiera necesitar de los iniciales.
6. “Algo Ocurrió Eventualmente”
En ocasiones, esta es una excusa legítima.
En ocasiones sí ocurre algo eventualmente que inicia nuestro proceso de procrastinación y nos pone en un estado de pérdida indiscriminada de tiempo.
Esa llamada telefónica, ese correo electrónico, esa visita de un amigo, ese recordatorio que teníamos pendiente… etc. Cualquier eventualidad podría surgir en cualquier momento.
Esta es una vía de escape para cuando quisiéramos estar descansando o simplemente olvidarnos de lo que estamos haciendo por un rato.
Siempre podemos decir después, que algo ocurrió eventualmente.
Lo peor es que cuando estamos predispuestos a que algo ocurra, que siempre habrá la posibilidad de que algo ocurra.
Sucesos que ocurren eventualmente nos rodean a diario. Rodean nuestras actividades y peor aún, las más importantes.
Dependerá únicamente de ti definir si eso que ocurre eventualmente requiere o no requiere tu atención, lo suficiente como para dejar de lado lo que tienes o debes hacer.
7. “Tengo Mucho Que Hacer Ahora”
Claro. Siempre tendremos mucho por hacer en determinado momento.
Los que trabajamos desde casa, encontraremos siempre miles de cosas por hacer. Montones de cosas pendientes. Muchos libros y cursos por estudiar, bastantes proyectos que iniciar (o si ya están iniciados, entonces por continuar).
Siempre tendremos a la mano la excusa perfecta que nos permitirá decir que tenemos mucho más que hacer ahora mismo que lo que quisiéramos para tener el tiempo necesario y no procrastinar.
Siempre tendremos mucho que hacer. Esto es simplemente una excusa. Y en todo caso ¿Por qué esas actividades importantes no se encuentran dentro de tu lista de aquello que Tienes Que Hacer Ahora?.
Es una vez más, una simple y llana excusa. Carente de sentido, plana y sin verdadera importancia, más que la que uno mismo le dé.