7 imprescindibles en Nueva York

Siempre cuento que tengo la sensación de no haber estado en Nueva York. A pesar de que estuve allí siete días, pasado el tiempo, mi recuerdo es haber vivido una película durante aquel periodo. No sé bien si es porque la ciudad va muy deprisa, porque de algún modo nunca he dejado de estar allí -bendito cine- o porque busco una excusa para volver. La cuestión es que recomendaría a la gente visitar las cosas imprescindibles y luego quizás, parar y disfrutar de una de las ciudades más apasionantes del mundo sin agobios. Una ciudad que por su importancia y magnitud me da el buen rollo de los lugares donde todo puede pasar.

Así que allá voy, a contaros siete cosas que creo que debéis tachar de la lista para luego poder disfrutar tranquilamente del ambiente de la city. ¡Os la recomiendo muchísimo!

Las vistas desde el Top Of The Rock

Si algo me llamó la atención de Nueva York fueron sus enormes rascacielos, aunque también es cierto que a pie de calle es un lugar encantador. Pero esa imagen de edificios modernos concentrados en una isla y de esa evocación a la vida de tantos personajes de ficción que he seguido a lo largo de mi vida, me encandiló especialmente. Hay diferentes formas de ver Nueva York a golpe de pájaro, pero una de ellas se lleva la palma: subir al Top Of The Rock.

No es precisamente barato, ni es precisamente poco conocido, pero por ello seguramente sea el mejor. Mucha gente valora subir al Empire State, pero es que ¡desde el Empire State no se ve el Empire State! Yo creo que es un símbolo que debe formar parte de la estampa, por lo que desde el Rockefeller Center tendremos la vista adecuada, con perspectiva más amplia también.

Visitar Times Square

Si Nueva York es una ciudad que refleja la modernidad en estado puro, Times Square es el mejor lugar para comprobarlo. Esa mezcla de luces, carteles, ruidos, gente, coches y espacio atiborrado de estímulos es para mí apasionante. ‘La ciudad que nunca duerme dicen’; la ciudad que nunca para quieta…Conocer Nueva York es de obligado cumplimiento viajero. De hecho, para ver el espectáculo hay unas escalinatas rojas específicamente para sentarse y disfrutar de lo que uno tiene delante. Y un McDonald’s a mano para completar el plan, típicamente americano.

Pasear por Central Park

Otro de los imprescindibles de Nueva York es el pulmón que da aire a esa vorágine de gente, tráfico y establecimientos. Un lugar que humaniza un poco más a la gran ciudad y que compensa tanto cemento. Se trata de Central Park, el gran parque de Nueva York, y aunque es inmenso, os recomiendo mucho dar un paseo por él. Yo no tenía mucho tiempo y cogí unas bicis, que se alquilan en el mismo parque. Podrás disfrutar de sus grandes lagos, el jardín de Shakespeare, un tributo a John Lennon, cientos de esculturas…

Un museo o espectáculo (a elegir)

Nueva York irradia cultura y en muchas parcelas es una referencia en todo el mundo. El conocimiento y el arte se cuidan y creo que al menos hay que visitar uno de sus grandes museos. Ellos son principalmente el Metropolitan, Museum of Modern Art y el Museo de Ciencias Naturales. Por decisión conjunta, decidimos visitar el último, que es una pasada y tan completo que no pudimos ver ni la mitad, pero mereció la pena. Por otro lado, ir a una obra de teatro, a ver un partido de la NBA o cualquier otro espectáculo cultural como un musical de Broadway será una de las mejores actividades para hacer en Nueva York, ya que como hemos dicho, se puede comparar a pocos otros en el mundo.

Tomar el Ferry a Staten Island y admirar la Estatua de la Libertad

La Estatua de la Libertad es otra de esas cosas que conocemos de Nueva York desde antes incluso de saber que lo sabíamos y no debemos perdernos. Pero una excursión me parece excesiva y algo cara, por eso os propongo un plan mucho mejor que consiste en tomar un Ferry a Staten Island, que además es gratuito, y ver la Estatua de la Libertad. También volveremos a ver, desde otra perspectiva, el horizonte de rascacielos, que ya os dije que era de largo lo más atractivo de la ciudad.

Pasar el Puente de Brooklyn y deleitarse con las vistas

El Puente de Brooklyn podría ser una visita en sí misma porque se trata de una construcción de finales del XIX, símbolo de la ingeniería que cuando se hizo era el puente colgante más grande del mundo. Pero es un lugar más allá de esta experiencia, puesto que ofrece unas vistas de Manhattan también únicas y da acceso al distrito de Brooklyn.

Cuando yo fui llovía y me quedé sin las vistas que se logran ya desde Brooklyn pero es algo que sé que volveré para hacer. El lugar se llama Brooklyn Heights Promenade y ofrece unas instantáneas únicas de Nueva York, una ciudad espectacular a nivel visual. Otra razón por la que creo que cuando fui me sentí todo el rato dentro de una película.

Pasear por la ciudad

Esta es quizás la actividad más importante que hay que hacer en Nueva York. Pasear la ciudad y vivirla intensamente. Recorrer sus barrios, desde el Soho, Little Italy o Greenwich Village, parar en sus cafeterías, observar la vida callejera, situar el Madison Square Garden, recorrer Broadway, comer una hamburguesa en una terraza, oler a puesto callejero, situarse en las avenidas y caminar, caminar y caminar abriendo bien los ojos mirando en ocasiones hacia arriba.