A todos nos gustan los finales felices. No nos gusta llorar, ni pasarlo mal, ni que se nos encoja el corazón. Preferimos ese HEA ( Happy Ever After) en toda regla, aunque sea totalmente irreal, aunque esas cosas no suelan pasar - o directamente nunca ocurran - en la vida real.
¿Y que pasa con los libros con finales difíciles? ¿Qué pasa con los libros tristes? ¿Son libros malos porque no terminan como nos hubiera gustado, o por el simple hecho de que nos dejen mal sabor de boca, que sean políticamente incorrectos o que reflejen la cruel realidad?
Cuando terminé estos 7 libros tristes pero maravillosos solo podía pensar en que, a pesar de terminar de manera no convencional o no contemplar lo esperado, eran increíblemente buenos, de manera que no los concebía de ninguna otra manera. Debían acabar de la forma y en el modo en el que lo hicieron; debían ser tristes. Porque hay libros tristes maravillosos, y porque existen sentimientos en nosotros que solo un buen libro puede despertar.
¿Os atrevéis con esta selección? ¡Arriba, corazones! ¡Merecerá la pena!