¿No sabes cómo organizar el cuadro de mandos que te permita ver el crecimiento, evolución y análisis de tu empresa? Pues aquí te traemos los consejos que Juan Salcedo, CEO de Aprendum, nos ha dado hoy durante el Salón MiEmpresa.
Lo más importante es que no nos volvamos locos añadiendo nuevas métricas cada poco o modificándolas, ya que de este modo será imposible hacer una comparativa evolutiva. Juan afirma que, aunque existen muchas más, hay 7 métricas imprescindibles a tener en cuenta:
- Retorno de inversión (ROI) por tus canales de marketing. Identificar qué se consigue con cada acción y ver cuanto tardamos en rentabilizarla es importante para plantear el marketing mix en próximos meses. Eso sí, no podemos depender únicamente de un canal de marketing pues nos arriesgamos a una subida inesperada de sus precios o cualquier otro vaivén del mercado que pueda hacer tambalear nuestro negocio.
- Coste de adquisición de tus clientes (CAC). ¿Cuánto te cuesta adquirir cada cliente? ¿cómo de rentable es cada uno? ¿qué puedes hacer para mejorar esta rentabilidad?
- Análisis por cohortes (agrupación de usuarios/clientes). Esto sirve para analizar la estacionalidad y conjuntos de clientes en función de ella. Si por ejemplo vendes viajes a una determinada ciudad tendrás que mimar más a aquellos clientes que repiten que aquellos que van de forma puntual.
- Valor del ciclo de vida del cliente (LTV). Se trata del valor neto de los ingresos que un cliente nos genera durante determinado tiempo (el que nosotros consideramos que será nuestro cliente en función de nuestra fidelidad y tipo de producto). El cálculo es realmente una estimación teniendo en cuenta la recurrencia esperada.
- Coeficiente de rentabilidad (LTV/CAC). La relación entre el coste por adquisición y el valor de vida del cliente nos indicará nuestro coeficiente de rentabilidad.
- Recurrencia de clientes/Activación de usuarios. Saber cuantas veces compra cada cliente, cuando vuelven y cuanto nos cuesta activar viejos usuarios, es otro dato importante a considerar.
- Cash burn rate (quemar caja). Se trata de la velocidad a la cuál se queman los fondos de una nueva empresa. Es importante no quitarle el ojo pues de ello depende la continuidad de la empresa. Muchos no lo saben, pero incluso aunque te quedes sin cash, la empresa no puede ser cerrada tal cual: cerrar una empresa cuesta dinero.
Es más, a nivel de herramientas tampoco hay que volverse loco, con un Google Analytics para analizar correctamente la web un Excel que nos permita cruzar datos de forma sencilla, podremos hacer un seguimiento semanal de nuestros avances y comparativas a nivel mensual para ver qué funciona, qué no funciona y plantear acciones futuras.