Revista En Femenino
Ayer vi como un niño se caía a la salida del metro, había mucho tumulto de gente y era un niño pequeño, de no más de 3 años. Mi primer instinto fue ir a levantarlo, pero no lo hice al ver que su padre lo miraba de cerca animándolo a levantarse solo, con el gesto algo torcido.
He oído a muchas personas hablar sobre la educación de sus hijos con más dureza de la que se imponen a sí mismos. He oído decir que cuando un niño se cae debe levantarse solo, para que sea autónomo, para que sepa solventar sus propios problemas, para no hacerlo un mimado y un blandito.
Mi instintito y mi razón me dicen lo contrario, quiero, deseo, entiendo que lo mejor para mis niños, y para mí, es ayudarlos a levantarse cuando se caen, en el sentido literal – y también en el figurado.
He hecho el ejercicio de enumerar estas razones, solo por el placer de hacerlo, para mi convicción personal, para ratificar mis propias ideas por escrito. Tengo una amiga, que siempre me anima a hacer listas, y ahí va ésta:
1. Mi instinto, el que siempre guiado mi maternidad con acierto, me indica que si un niño se cae hay que ir a comprobar que no se ha hecho daño, y si se lo ha hecho hay que consolarloy curarlo.
2. Quiero que mis hijos sepan que siempre estaré ahí, por pequeño o grande que sea la dificultad que tengan por delante. Ya sea para curar un raspón en su rodilla, una enfermedad, una decepción o un corazón roto. Su madre siempre les va acompañar
3. Como principio de vida, todos solemos pregonar que inculcamos a nuestros hijos hacer con los demás lo mismo que tú quieres recibir de los otros, y yo siempre he deseado afrontar mis problemas acompañada, de mis amigas, de mi familia, de mi entorno… por eso hago lo mismo con mis hijos.
4. Es más fácil sentirse solo que acompañado. ¿Por qué dejar a nuestros hijos solos ante una dificultad? seguro que llegará un momento en el que se sentirán solos, de manera justificada o no. Al menos no los dejemos solos de manera deliberada, ya tendremos tiempo de equivocarnos y abandonarlos en algún momento en el que nos necesiten.
5. Quiero que cuenten conmigo para afrontar cualquier problema o dificultad, prefiero mil y una vez que tengan la confianza necesaria conmigo para que acudan a mí para tomar decisiones vitales. Quiero que me consulten cuando tengan dudas, quiero que recurran a mí cuando no sepan que hacer, quiero guiarlos cuando se sientan perdidos.
6. Sentirse respaldado es sentirse confiado, seguro de uno mismo. ¿Qué mejor mimbre que esa para construir personas autónomas y suficientes para ser libres.
7. Protegerlos es mi deber y eso es a lo que me dedico…