Desde febrero de 2013 la Unión Europea y Estados Unidos negocian, sin ninguna transparencia, un acuerdo comercial, conocido como TTIP por sus siglas en inglés. Con este acuerdo, que daría lugar a la Asociación Transatlántica de Comercio e Inversión, se crearía la mayor zona de libre comercio del mundo.
Por sus siglas en inglés, significa Tratado Transatlántico de Comercio e Inversiones. Se trata de un proyecto para establecer una zona de Libre Comercio entre la Unión Europea (UE) y Estados Unidos (EEUU). Es un peligro democrático, social y ecológico.
Ante todo es un peligro democrático porque está siendo negociado de forma opaca y de espaldas a la ciudadanía.
Además de la opacidad de las negociaciones, son insuficientes los pasos dados por la Comisión Europea para intentar paliarla. También es alarmante el riesgo de que contribuya a una degradación de la legislación laboral, social y medioambiental, así como a favorecer la privatización de sus servicios públicos. El riesgo, según multitud de asociaciones, organismos y sindicatos se basa, entre otros motivos, en:
- EE UUno ha ratificado la mayoría de los convenios fundamentales de la OIT.
- La participación de los trabajadores en las empresas no está desarrollada en los EE UU.
- El TTIP puede promover una convergencia regulatoria a la baja, gestionada por las empresas multinacionales, en campos como la salud y la seguridad de las personas y la protección medioambiental.
- La protección de las inversiones a través de un mecanismo específico de resolución de disputas colocaría a las legislaciones y tribunales nacionales (y europeos) en una posición subordinada.
- La falta de garantías de igualdad salarial y de condiciones de trabajo en los contratos de prestación de servicios.
- Puede propiciarse la privatización de servicios públicos y la anulación de las cláusulas sociales en los contratos públicos.
-Se dificultarían las regulaciones avanzadas de los servicios financieros.