Este es el capítulo número 7. El siete es mi número favorito. Yo nací un siete de Julio, el 7 del 7. Es un número especial para mi, y no por eso deja de ser un número normal. Este post tiene que ser especial, por eso hablo de la normalidad. A veces digo que la normalidad está sobrestimada. Pero lo cierto es que mucha gente quiere ser "normal", y las personas normales quieren ser extraordinarias. Si nos aburrimos, porque todo es normal necesitamos acción. Si la acción nos sobrepasa queremos "volver a la normalidad".
Todos los adolescentes en su momento nos creemos especiales. Ya sea por excesos o carencias, necesitamos encajar en un grupo. Sin embargo cuando éramos niños nos gustaba ser especiales. En la vida adulta queremos ser extraordinarios. Pero no se trata de convertirnos en serés diferentes, se trata de que creemos una vida extraordinaria a nuestro alrededor. Porque nosotros somos los que configuramos la vida que vivimos a pesar de las circunstancias externas. Podemos elegir como nos sentimos y como actuamos, qué decidimos e incluso qué es lo que somos.
Pero hazme un favor a mi y al resto de la humanidad. Sé normal. No trates de situarte por encima de los demás. Pero tampoco te hagas pequeñito de manera que nunca pueda enterarme siquiera de que existes. Intenta que cualquiera pueda acceder a ti. No seas un egocéntrico, pero tampoco te escondas por timidez.
No intentes caer bien a todo el mundo por ser normal, no lo vas a conseguir. Nadie cae bien a todo el mundo, no te agobies por ello. Es un desgaste de energía intentarlo. Con ser lo suficientemente normal, seguro que consigues que mucha gente siga a tu lado.
Las personas normales somos las que interactuamos en el mundo, y sí, somos especiales. Nos puedes encontrar andando por la calle. Yo por ejemplo, soy de las personas extrañas que tararean canciones mientras andan. Pero soy normal. Hay otros que silban o hablan solos. Yo soy más de hablar con otras personas normales, pero allá cada uno con sus aficiones. Siéntete normal, ser especial está bien, pero ser normal es extraordinario.
- Escucha a los demás de verdad. No trates de hacer cómo los escuchas, hazlo de manera activa. Los que mejor escuchan son los mejores conversadores.
- No tiembles al decir lo que te gusta de la otra persona. No te hace ser menos decir cosas bonitas a los demás. Puedes alegrar el día a una persona que esté triste con ello.
- Acepta que los demás no piensen como tú. No todo el mundo tiene la misma opinión.
- No subestimes los logros de los demás. Puede que hayan puesto tanto esfuerzo en los suyos como tú en los tuyos.
- Intenta ver el valor de las otras personas. Todos somos importantes para algunas pocas personas, excepto aquellas que lo hacen muy mal en la vida, la gran mayoría son valiosas en muchas facetas.
- Alienta a los demás a hablar de si mismos, te abrirán una ventana enorme a experiencias que tú no tienes.
- Sé feliz con lo que haces cuando tratas con personas. La vida es agradable con personas agradables a tu alrededor.
- No te quejes, procura ser positivo. Las quejas constantes alejan a los demás de ti. Nadie puede permitirse perder el tiempo en cosas tan poco provechosas como la queja.
- Construye en lugar de destruir. El tiempo que no pasamos destruyendo, si lo invertimos bien nos puede dar muchas alegrías en el futuro.
Esto es lo que a mi me hace ser una persona normal. Y a ti ¿Qué te hace ser normal?
Este post forma parte de un proyecto personal llamado "Ganar mucho con muy poco". Te recomiendo que leas la historia de este proyecto. También escribo unas cartas personales los Lunes, con contenido diferente al del blog, si quieres recibirlas puedes suscribirte AQUÍ.