Revista Viajes

7 verdades proclamadas sobre los viajes que no comparto

Por Mundoturistico

Hay algo que, como sabréis si seguís algo este blog, llama especialmente mi atención en el mundo de los viajes. Se trata de la reflexión acerca de esta afición y todo lo que la rodea. Hoy voy a hablar de algunas de mis opiniones acerca este mundo turístico del que escribo, rebatiendo algunas otras que han sido repetidas una y otra vez. Son, como siempre, opiniones y no tengo la capacidad de comprobar que lo que digo es cierto. Son tan solo siete verdades proclamadas sobre los viajes que no comparto.

Las frases grandilocuentes

Es hacernos viajeros y comenzar a repetir esas frases una y otra vez, yo creo que a veces sin plantearnos si realmente tienen sentido o si son verdaderas absolutamente. Por ejemplo, es muy usual últimamente la de: “Viajar es lo único que compras y te hace más rico”. ¿De verdad? ¿Otras formas de cultura como un libro, un concierto o incluso irte de cañas y disfrutar de tus amigos no te hace más rico en algún sentido? ¿La vida solo tiene sentido cuando viajamos? Viajar me gusta, me encanta, me pirria, pero la verdad, viajar no lo es todo. Si no, incluso me parecería un pelín triste. 

E incluso no estoy de acuerdo con otra de las más conocidas, la tan pregonada “viajar cura los prejuicios” o similares. “El fascismo se cura leyendo y el racismo se cura viajando”, que decía Miguel de Unamuno, que era un tipo muy inteligente, pero bueno, no por ello una Biblia. Estoy de acuerdo en que viajar te abre la mente, te hace ver situaciones diferentes y conocer gente en otras circunstancias, pero… ¿modificamos en una gran medida nuestra forma de pensar? No lo creo. ¿Influye tanto esta experiencia que la mayor parte de las veces se circunscribe a un mes al año, que nuestra educación, reflexiones previas o sobre todo, los valores que construyen nuestro mundo? De nuevo, no lo creo. 

Creo que el racismo se cura con empatía (de hecho podríamos hacer un ejercicio anti-prejuicios en nuestro país; sin salir ahí fuera) y que a muchos les cuesta poner en práctica esa cualidad aunque sea a miles de kilómetros de su país. De todos modos, viajar ayuda, está claro, pero de ahí a curar…

viajar-LibertadViajar solo es súper-mega-cool

Viajar solo se suele ver como algo súper-mega-cool. En plan: “Jo, tia, qué valiente eres. ¡Viajas sola!”. Otros, se inclinan por pensar que eres poco insensato/a. “Viajar sola; ¡que locura!” Otros, practicantes, se empeñan en gritar a los cuatro vientos que viajar solo es lo mejor del mundo mundial -quizás yo también haya cometido este error-.

Un poco de #postureo para empezar 2016. En la Reserva Natural de las Bardenas Reales, en #Navarra, un paisaje semidesértico de formas casi imposibles! #Paisajes #landscapes #Travel #trips #viajes #picoftheday #instaTravel #instaPic #visitSpain #Spain #ObjetivoEspaña #views

Una foto publicada por Mundo Turístico (@mundoturisticoblog) el 1 de Ene de 2016 a la(s) 3:36 PST

Yo creo que viajar solo es a grandes rasgos como viajar en pareja o con amigos; es viajar. Evidentemente que hay una serie de cosas que se producen solo cuando viajas de esta forma y yo soy la primera que recuerdo con especial cariño los viajes que he hecho así, pero no creo que sea un hecho que defina el viaje por encima de otros…y menos que el propio viaje.

Y sobre todo, que uno no viaja solo porque sea el más valiente o aventurero, sino que o bien no encuentra con quién o le resulta más fácil, más atractivo y más LoQueSea viajar solo.

Por otro lado, me parece genial la gente que cuenta su experiencia, pues así en gran medida otros nos animamos también a seguir su camino. Pero de ahí a como se hace a veces aconsejar a todo el mundo que lo pruebe, me parece que hay un paso. Creo que eso es cosa de cada uno…

“¡Qué bien vives!”

Esta suele ser una frase muy proclamada precisamente por quién no suele viajar. Ellos, inmersos en otro tipo de intereses, no se pueden creer que cada vez que subas una foto a Facebook lo hagas para estar en un nuevo destino. Me inclino a pensar que creen que cuando viajas lo haces por todo lo alto, en hoteles de tres estrellas por lo menos, comiendo en lugares populares del lugar y con un ratito todos los días para descansar en el hall del hotel o en la piscina… aunque la realidad suele ser muy diferente.

De hecho, también me inclino a pensar que ellos vivan mejor en su ciudad que yo cuando viajo 😉

Viajar solo es viajar si es al extranjero

Hace poco, conté en el blog que había conseguido el reto de viajar todos los meses del año en 2015. Una vez que lo había publicado y lo iba difundiendo, hubo gente que se hizo una idea diferente a lo que yo había anunciado y hecho. “Viajar a menos de 100 kilómetros de casa no es viajar”, “si no viajas al extranjero, no cambias apenas de lugar, del cultura, de costumbres. Eso no es viajar”. Evidentemente, mis viajes habían sido en parte a Zamora, Navarra, Plasencia, Avilés o Murcia, ciudades españolas que aunque bien distintas entre ellas pertenecen al mismo país; y cuya visita muchos no consideran un viaje. O “un viaje de verdad”. Evidentemente son viajes de menor envergadura, pero ¿por qué no van a ser viajes?

De hecho, hice ese reto en cierto modo para cambiar esa opinión, que en cierta medida también tenía yo antes. Y en mi caso, cambió. Viajar y viajar sintiéndote libre y encantado de estar disfrutando del camino puede hacerse perfectamente sin salir de nuestro país.

curiosidadViajar

Ser turista no mola

Este es un tema que ya hemos tratado en otras ocasiones. Hay una tendencia muy habitual a intentar distinguir al turista, el simple turista que viaja a un lugar, se pasea por los lugares más conocidos y cena en restaurantes atestados de gente porque salen en la Lonely Planet; del viajero, ese que va por las rutas alternativas, lo hace por el camino más largo porque es el “más auténtico” y vive experiencias con la comunidad. “Experiencias de verdad”. Aunque evidentemente hay diferentes formas de viajar, esa separación en muchas veces se diluye y casi todos utilizamos métodos similares al viajar.

Además con la intención de diferenciarse del resto, esos “viajeros de verdad” llegan a afirmar –como vi recientemente en una infografía- que solo eres de los buenos si viajas con mochila, haces buenas fotos en lugar de selfies y te apetece y no te importa dormir a la intemperie… ¿De verdad?

Que al final todos cogemos un avión; todos intentamos que nos salga barato; todos somos extraños en el lugar de destino; todos intentamos sentirnos cómodos… Y sobre todo, todos hacemos el viaje como queremos hacerlo.

Ryanair es una mierda lo peor

En este caso, hago referencia a una compañía aérea que seguramente todos conocéis. Se trata de Ryanair, popular por haber puesto a precios muy baratos los vuelos en Europa, pero también por unos costes adicionales muy altos en caso de llevar más equipaje o algún que otro incidente como el tema de la despresurización. La verdad es que hay una importante cantidad de noticias malas asociadas a esta empresa, pero al final, es la que yo más he utilizado para viajar y a la que culpo al fin y al cabo de viajar más porque viajo cuando creo que antes no hubiera viajado.

Vamos, que a mí me han hecho un favor 😛

“Eso de los viajes. Ya se te pasará…”

Acabo el artículo con otra verdad proclamada por todos aquellos que no encuentran la gracia al viajar -¡totalmente respetable!-. “Eso de los viajes. Ya se te pasará…”, muy común, muy repetida, como si esto fuera una emoción del momento, una actividad infantil negada a aquellos que tienen los pies en la tierra. Sobre todo, me ha pasado en los últimos tiempos, en conversaciones profundas, con nuevos planteamientos como tener hijos, que no lo descarto, ni creo que sea incompatible con viajar, como demuestran tantas familias viajeras, blogueras y no blogueras. Pero ahí quién me rodea y sin mala intención se adelanta para darme la solución ante mis dudas: Ya se pasará…

Y yo les calmo. No tiene por qué. No hay razón para que pase. Hay muchas formas de pensar… y de vivir.


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