70 cosas que haría (otra vez) en un viaje a New Orleans

Se sabe que a la ciudad de New Orleans le brota música de las paredes, o que sus saludos parecen salir debajo de todas sus aceras. Es ella un cúmulo de sonidos, sabores, voces que no caben en un solo viaje. Todos los días se muestra distinta y hay que salir a verla siempre con los ojos bien puestos. Nunca alcanzan los días, uno se va de ella con melancolía. Hago esta lista de 70 cosas que haría (otra vez) en un viaje a New Orleans, como un acto de evocarla y colocarla a la vista en mi mapa, siempre.

1. Caminar por la zona del Bywater y perderme.
2. Subir al tranvía en dirección a los cementerios.
3. Dormir varias noches en el hostal Nola Jazz House.
4. Decirle a otros viajeros que jamás se queden en el India House Hostel.
5. Caminar la calle Magazine.
6. Y comer una donut de chocolate en District.
7. Admirar los balcones y las casas.
8. Caminar sin orden por el French Quarter.
9. Comer ostras en Samuel’s the Blind Pelican.
10. Jugar con los nombres de las calles.
11. Decir How’re you doing? con acento sureño.
12. No pagar 15$ en Preservation Hall por un show de 45 minutos.
13. Sentarme en la barra del Hotel Sonesta y escuchar bandas de jazz, gratis y por más de dos horas.
14. Tomar café y comer beignets en Café Du Monde.
15. Comprar música en el French Market.
16. Visitar el cementerio St. Louis #1 y la tumba de Marié Laveau.
17. Hablar con quien se me siente al lado en el tranvía.
18. Hacer fotos en la calle Bourbon, de noche. Al menos una vez.
19. Escuchar a la banda Dominick Grillo & The Frenchmen Street All Stars.
20. Atrapar collares de colores al vuelo.
21. Entrar al museo del vudú.
22. Comer una muffuletta en Central Grosery.
23. Y otra en Café Maspero (¡como mucho!)
24. Dormir una siesta en el parque Louis Amstrong.
25. Subir al tranvía de St. Charles solo para saber a dónde llega.
26. Escuchar música en Chickie Wa Wa.
27. Ir al jardín de las esculturas en City Park, aunque llueva.
28. Y volver cuando el cielo esté despejado.
29. Tomar el ferry hasta Algiers Point.
30. Ir al museo de arte.
31. Leer un rato en la Plaza España.
32. Ir de noche a escuchar música en la calle Frenchmen.
33. Sobre todo en The Spotted Cat.
34. Alquilar una bicicleta por dos horas.
35. Quitarme los zapatos al borde del Mississippi.
36. Hablar hasta el amanecer con otros viajeros.
37. Sentarme en la esquina entre Royal y St. Peter a escuchar a Second Hand Street Band.
38. Hacer un tour de fantasmas y vampiros, gratis.
39. Comer Gumbo en Napoleon House.
40. Quedarme en el acuario por varias horas, si afuera llueve.
41. Comprar langostinos y cocinar en el hostal.
42. Sentarme a escribir en City Park, viendo los cisnes.
43. Caminar de noche viendo galerías de arte en el French Quarter.
44. Ir a los conciertos en Lafayette Square los miércoles por la tarde.
45. Comprar beignets para llevar en el Café Beignet, de la calle Royal.
46. Ir a un desfile de Second Line.
47. Tocar las paredes de algunas casas, y acercarme, como si las escuchara.
48. Salir de New Orleans, ir a una plantación y volver.
49. Escuchar música en Jackson Square.
50. Caminar la zona del Marigny con un local y aprender la historia.
51. Comer un po-boy de camarones y crawfish.
52. Y un helado de cannoli en Angelo Brocato.
53. Silbar jazz mientras camino.
54. Entrar a la catedral.
55. Esperar el tranvía en la madrugada.
56. Comer más jambalaya.
57. Dejar que me lean el futuro.
58. Ver por dos o tres horas cómo un artista termina su cuadro en una plaza.
59. Reírme con un acto de magia.
60. Comer un Lucky Dogs con mucha cebolla.
61. Comprar algo en el Frenchmen Art Market.
62. Tomar muchas, muchas, muchas fotos de los tranvías.
63. Despertarme muy temprano, dormirme muy tarde.
64. Preguntar si puedo sostener una tuba.
65. Y sostenerla con elegancia.
66. Llorar de emoción con la música de la calle.
67. Enamorarme de las fachadas.
68. Caminar sin orden.
69. Detenerme a ver cómo parte el Natchez.
70. Volver a empezar.